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Raphaelle Pérez: "Cuando me dijeron que era trans el suelo se me abrió bajo los pies"

  • El cineasta Adrián Silvestre se ha valido de la propia experiencia de la actriz debutante para contar el tránsito de una joven transexual con todas sus aristas y matices

  • 'Mi vacío y yo' se presenta este miércoles en la Sección Oficial a concurso

La actriz y guionista Raphaelle Pérez, este miércoles en Málaga.

La actriz y guionista Raphaelle Pérez, este miércoles en Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

La potente historia de Mi vacío y yo es la vida misma de Raphaelle Pérez, una chica francesa residente en Barcelona que en 2016 se enfrentó en la Unidad de Identidad de Género a un diagnóstico desconocido para ella, la disforia de género. Ahí empezó el viaje, una transición no sólo física sino, sobre todo, emocional que la llevó a ser la Raphi que hoy es. De muchas horas de conversación y de los textos en los que plasmó sus inquietudes nació este largometraje dirigido por el cineasta Adrián Silvestre que se ha presentado este miércoles en la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga. "Estoy encantada de estar aquí representando a esta película, contando una historia un poco diferente sobre la temática trans, espero que Mi vacío y yo pueda ayudar a otros, creo que puede ser útil para esas personas que se sientan perdidas y estén en un momento difícil. Ojalá pueda ayudar", afirma esta mujer extraordinaria.

-¿De dónde partió la idea para hacer Mi vacío y yo?

-Adrián Silvestre sí que tenía la idea de hacer una película, pero yo no. No lo tenía planeado. El encuentro con Adrián se hizo a través de un grupo de mujeres trans en Barcelona, que se llama Ivaginarium. Vino al grupo proponiéndonos hacer talleres de cine porque tenía intención de hacer una película sobre el tema. Yo ya tenía textos y relatos escritos de mis propias vivencias y decidí compartirlos con él. Me propuso el proyecto directamente y ahí empezó todo. 

-¿Y cómo se enfrentó al reto?

-Por una parte había mucho miedo porque implica mostrarse, desnudarse totalmente, pero por otro lado había algo ahí que me encantaba, lanzarme en un proyecto artístico me parecía fantástico. Yo estaba estancada en un trabajo administrativo, así que supe que tenía que aprovechar la oportunidad, que era para mí. 

"La mayoría se piensa que una se sabe trans desde pequeña, pero en mi caso yo no era consciente"

-¿Cuánto hay de realidad en la película?

-Todo, todo. Hemos sacado la mayoría de las escenas de mis vivencias. No hemos inventado un personaje, está basado en hechos reales que yo iba escribiendo porque tenía esa necesidad de aliviarme de lo que me consumía.

-¿Cuando empezaron a rodar ya había hecho su transición?

-Sí, empezamos en 2019 y yo ya había hecho el tránsito hacía unos años. Pero nos ha parecido importante mostrar también el principio de todo. Ahora que se está hablando mucho de temáticas trans, la mayoría se piensa que una se sabe trans desde pequeña. Pero en mi caso yo no era consciente. Había absorbido el discurso impuesto por la sociedad de ser un chico gay, pero cuando llegué a la Unidad de Identidad de Género fue como dar la vuelta a la tortilla. 

-¿Qué sintió en el momento que le hablan de disforia de género?

-Sentí vértigo, el suelo se me abrió bajo los pies. Tenía mucho miedo por lo desconocido. Por aquel entonces, en 2016, estaba recién llegada a España, a penas hablaba el idioma y no tenía ningún referente. Cuando la psicóloga me dijo que tenía disforia de género lo primero que me vino a la cabeza es que estaba enferma. Todo por ese desconocimiento. Yo creo que hoy en día la etiqueta de disfora de género es bastante inútil porque eso no me cambia como persona. Lo que sí me parece muy necesario es mostrar este proyecto para dar otros referentes, dar visibilidad a otras personas que se encuentran en mi situación y les falta historias para identificarse. 

-La película va más allá del tema trans...

-Sí. Habla, sobre todo, de cómo buscamos nuestra identidad en este mundo, de cómo nos ven los demás, de nuestra propia mirada interior que, a veces, no corresponde a lo que los demás quisieran que fuésemos. Yo creo que la película de encontrar su lugar en el mundo. 

Raphi en el hotel AC Málaga Palacio. Raphi en el hotel AC Málaga Palacio.

Raphi en el hotel AC Málaga Palacio. / Javier Albiñana (Málaga)

-Tras la transformación física hay una metamorfosis emocional...

-Sí, totalmente. Esa metamorfosis física también está ligada a este sentir, a esta transición emocional. En la película se ve la forma en la que voy asumiendo las opiniones, los avisos, las recomendaciones de los demás, buscaba complacer las muchas imposiciones que se presentan, más aún por ser mujer. Y la última y más radical es la cirugía para cambiar de sexo. Lo más importante es escucharse a una misma y ser tú la que tome la decisión. La película no cuenta la operación porque no queremos dar un mensaje claro, apostamos que cada persona elija con libertad dependiendo de sus propias experiencias, sentimientos y bagaje emocional. 

-¿Las relaciones de pareja fueron especialmente difíciles?

-Yo me había construido un ideal de hombre dentro de ese arquetipo de amor romántico, pero la vida es mucho más compleja. Cuando te vas encontrando con hombres en las aplicaciones de citas, se te desmonta el hombre ideal. También ha sido muy terapéutico para mí recrear esos encuentros y aprender de mis propios errores y madurar. En la película se ve mi ingenuidad y mi parte cándida y esto me ha permitido madurar, adquirir otras habilidades relacionales. Mi meta por encontrar a alguien era una carga mental mía. Quería parecer la más perfecta a ojos del mundo. Pero te pierdes en ese camino de querer gustar y al final te das cuenta de que ellos son los que no te gustan a ti. 

"Me había construido un ideal de hombre dentro de ese arquetipo de amor romántico, pero la vida es más compleja. Cuando tienes citas se te desmonta todo"

-La película aborda la transexualidad desde muchos puntos de vista.

-Sí, porque cada mujer trans es un mundo. En estos grupos lo que nos une es ser trans, pero al margen de esto puede haber muy pocas cosas en común con ellas. Se sacan perfiles muy diferentes y es importante para desmontar estereotipos. Cuando emprendí el viaje tenía mis propios prejuicios y hay que ir desmontándolos. 

-¿Habla, más que de la aceptación del otro, de la de uno mismo?

-Totalmente. En mi caso lo más difícil ha sido aceptarme a mí misma. Siempre he querido buscar la aprobación del otro para sentirme aceptada y encajar, pero ha sido a mí a la que le ha costado mucho tiempo aceptarlo todo. Este proyecto me ha ayudado a encontrarme, ha sido muy terapéutico. 

-Se saca a colación varias veces la palabra normal. ¿Qué es ser normal?

-No tengo la respuesta, hay tantas normalidades como personas en el mundo. Es una palabra que deberíamos de evitar usar para definir a personas. Yo creo que es lo peor que le puedes hacer a la persona que calificas con este adjetivo. Yo me considero normal dentro de mi propia perspectiva, algo que será totalmente diferente para otra persona. 

-Raphi en la película está ansiosa de cariño...

-Sí y eso ha cambiado. Ahora prefiero dejarme llevar por lo que pase, encontrar a una persona fuera de internet y vivir las cosas con más calma. Es que tenemos también esa prisa en un mundo tan rápido, tener todo ya, tenemos que relajarnos y vivir en vez de proyectar y presumir. Vivir, punto. 

-¿El personaje se construye en ese viaje?

-Exacto. Ha sido difícil, no lo voy a ocultar, pero quisiera dar un mensaje esperanzador. La cosas se arreglan, obviamente pasas por momentos duros, pero no hay que abandonar. Hay momentos buenos y hay que vivirlos. 

"Ha sido un viaje difícil, no lo voy a ocultar, pero quiero dar un mensaje esperanzador, no hay que abandonar"

-Se habla de la trascendencia que supone la cirugía y de los distintos puntos de vista sobre ella.

-Sí, hay distintas posturas, hay mujeres que no quieren operarse y es una decisión muy válida también. A nivel personal me costó tomar la decisión y no quiero influir a nadie, mi experiencia es la mía, pero en mi caso me ha quitado la vergüenza y ansiedad de mostrar mi cuerpo y a estar orgullosa de él. Para mí la cirugía ha sido algo liberador pero no quiero que lo sea para todas las personas. 

-¿Es necesaria esta película?

-Yo creo que sí, para dar visibilidad, apoyar, ayudar, para mí es muy catártico, muy bonito también ver esos relatos convertirse en imágenes que se van a proyectar en una pantalla grande, eso me llena de orgullo. Y he descubierto algo que no había visto en mi, la faceta de actriz. Yo había estudiado diseño de moda porque me encanta la moda, pero la parte de actuar no la había indagado y me ha permitido descubrirla. 

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