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'Cadejo blanco', ángel de los caminos nocturnos

  • El estadounidense Justin Lerner realiza un interesante retrato de la violencia en Guatemala en la cinta 'Cadejo blanco', presentada este miércoles en la Sección Oficial

Karen Martínez en 'Cadejo blanco'.

Karen Martínez en 'Cadejo blanco'.

Sarita (Karen Martínez) es la sensata de dos hermanas. Bea por el contrario es la oveja negra. Mientras una prefiere pasar la noche en casa leyendo, la otra opta por salir de fiesta y meterse en problemas. De uno de esos problemas no regresa y Sarita, su ángel de la guarda (el cadejo blanco del título) se ve en la obligación moral de salir a buscarla cualquiera que sea el resultado de su indagación.

De esta forma, Justin Lerner introduce al personaje en la inmundicia de la droga, los secuestros y la prostitución en Guatemala, que a tantos adolescentes (y ya niños) se lleva por el camino. El menudeo es una gangrena que alcanza todos los estratos de la sociedad: de los partidos de fútbol a las embarcaciones de recreo, pasando por los comercios de medio pelo que se ven obligados a pagar un impuesto revolucionario, o en el mejor de los casos a mirar para otro lado.

Sarita es tozuda y temeraria, y su búsqueda, motor absoluto de la cinta, le supondrá un tour de force que la llevará de la investigación a la venganza, de la extrañeza a la integración, sin llegar al punto de asumir como propias las afrentas del pequeño grupo de delincuentes.

Esta línea, que podría haber acercado la narración a Gomorra (Matteo Garrone, 2008), es descartada pronto por Lerner que confiere así al personaje un arco menos pronunciado, y traspapela por el camino algo de emoción.

De hecho, en el guión es donde residen las pocas carencias de una cinta, por lo demás interesante, pero que gestiona con demasiada utilidad de sus personajes (el de Andrés, principalmente) y desecha incidir en llagas como la desigualdad, apenas apuntada. Pero pese a esto y un final pasado de pop, el conjunto se ve con agrado, gracias sobre todo a la solidez interpretativa de Martínez y un montaje al alimón de una fotografía excelente.

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