El Festival Internacional de Música yDanza de Granada se ofrece, en palabras de su director, Pablo Heras-Casado, como un “festival de las artes y los sentidos”. Vista y oído reciben diariamente su ración en los imponentes escenarios arquitectónicos que ofrece el patrimonio de Granada, como el Palacio de Carlos V o el Teatro del Generalife. Pero también el paladar cuenta con su rinconcillo en el que encontrar estímulos durante las tres semanas del Festival.

Antes de cada función, el ambigú ofrece a los espectadores la oportunidad de refrescarse y tomar algo. Abades Catering es la empresa responsable este año de las viandas y, como ya es tradición, ha cuidado cada detalle.Así, si la obra de Falla,Messine y Picasso El sombrero de tres picos –que se representa en el Teatro del Generalife el próximo sábado 6 de julio– es eje de la programación de este año, la coreografía que ahora cumple cien años desde su estreno también se constituye en centro de interés gastronómico.

Como parte del menú, el entorno, las vistas y una temperatura algo más llevadera que la que se sufre a pie de asfalto. En las mesas, según destaca la responsable de Relaciones Institucionales de Abades Catering, Belén Garach, productos en los que “se integran” elementos de la obra de Falla. “Incluso se han variado en sabor o estética” para dar el punto necesario que permita al comensal identificar el bocado con alguno de los personajes o escenas de la obra. Así, el queso, servido en cuñitas, es queso tres picos. Los platos de jamón reciben la denominación de la Danza de la Molinera. Un bollito toma el nombre de galleguito de la Antequeruela, denominación que remite inmediatamente al carmen en el que residió Manuel de Falla. “Se trata de un trabajo consensuado” con el Archivo del compositor gaditano y en el que ha colaborado Elena García de Paredes.

“Tiene un trabajo muy estudiado, no sólo por la obra”, detalla Belén Garach, que destaca que, además, Abades es patrocinador del Festival. Se emplean productos granadinos y se afrontan retos como servir comida en el recinto de la Alhambra, afrontar el calor de la tarde, preservar el aspecto óptimo de los productos para que “sean visualmente atractivos” y, además, facilitar el mismo acto de la degustación en un enclave que obliga a comer y beber de pie. “Deben ser fáciles de manipular”, apostilla Garach, que resalta la importancia de estos momentos previos al espectáculo y que vertebran el “ambiente social” de esta cita cultural.

Leonide Massine, Félix Fernández, Manuel de Falla y Sergei Diaghilev viajaron a principios del siglo XX durante tres años por España para crear El sombrero de tres picos, un ballet clásico que la Compañía Nacional de Danza (CND) representará por primera vez en su versión original para conmemorar sus 100 años. El pasado lunes se realizó el primer ensayo con el vestuario en Madrid. Los figurines fueron diseñados por Pablo Picasso.