Previa del FEX

El circo regresa al Festival con Vaivén Teatro

El circo regresa al Festival con Vaivén Teatro.

El circo regresa al Festival con Vaivén Teatro. / R. G. (Granada)

En la Plaza de las Pasiegas (21:30) la compañía granadina Vaivén Circo ofrece este jueves a las 21:30 un espectáculo para todos los públicos. Con dirección artística de Javier Parra, coreografía de Raquel Pretel y la interpretación de José María Martín, Miguel Ángel Moreno 'Bolo' y la propia Raquel Pretel, la compañía, fundada en 2008, ofrece Anónima, un homenaje a las personas invisibles.

En el sexto espectáculo de los granadinos presenta las peripecias de tres personas que viven en mitad del caos que gira hasta marearlos pero que, por situaciones de la vida, han convertido en su hogar. Este es su lugar en el mundo, y aunque por momentos, quieran escapar lejos y huir, el destino y sus propias decisiones lo convierten en el mejor sitio.

Repiten en esta obra estrenada hace poco más de un mes la marca que caracteriza a los espectáculos de Vaivén: una escenografía espectacular que se adapta tanto a la representación en teatros como en salas, unida a una cuidada puesta en escena y la incorporación del movimiento en la base de la creación. "Anónima es un espectáculo pensado tanto para sala como calle y sin texto", resumen Miguel Ángel Moreno 'Bolo'. El resultado es un montaje cuidado y entrañable pero en que no hay lugar para la tristeza. "Es una obra de esperanza, por eso el desarrollo cromático va del gris al rojo", explica el productor sobre la manera de narrar una historia que hace hincapié en una premisa: con independencia del lugar en el que se esté, si se está rodeado de gente "siempre se puede salir".

Más de 18 meses ha tardado en hacer realidad esta propuesta. "La idea surgió conduciendo el coche por la circunvalación, cuando descubrí que se estaba empezando a asentar gente en los solares junto a la autovía. Me vino la idea del poema de Eduardo Galiano: "Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva cántaros la buena suerte". 

Con esa premisa han construido un espectáculo bello y familiar que es "la danza de las personas que respiran aún sabiendo que el aire está sucio, de las que suspiran, de las que están solas, de las que anhelan, de las que sufren, callan y esperan, de las que inventan, de las que tienen que montar un circo para poder acercarse, cada día, un milímetro más al horizonte, cada cual el suyo".

Una serie de cubos ideados por Pepe del Pino y el propio Miguel Moreno Bolo sobre los que ha pintado Raúl Ruiz, El Niño de las Pinturas, sirven para crear ese horizonte cambiante que hace las veces de escenario y que por primera vez podrá verse en Granada, ciudad a la que regresará a finales de año para un nuevo pase, en esta ocasión en el Teatro Alhambra. 

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