Entrevista a Matías Marré, coreógrafo de Atempo Circ

“Nuestro espectáculo es básicamente un cuadro en movimiento”

  • Marré y su compañera Laura Zamora, componentes de la compañía Atempo Circ, nos traen el espectáculo de suspensión capilar ‘128kg’

Atempo Circ presenta '128 kg'

Atempo Circ presenta '128 kg'

-Poca gente conoce esta práctica de la suspensión capilar, ¿de dónde proviene?

-Esta práctica viene del circo tradicional, y el circo más contemporáneo desde hace una década ha vuelto a practicar este estilo y han resucitado esta técnica. Yo me empecé a fijar porque me llamaba mucho la atención porque me recordaba a mi infancia, en la cual vi muchas funciones en el circo. Es una práctica que da entre miedo y ‘asquito’, lo reconozco, pero a la vez es muy estética. Para mí se asemeja a la emoción que te puede dar un lanzador de cuchillos o un contorsionista que, a diferencia de los malabares y las acrobacias, que son técnicas de ejecución, esta es una condición del cuerpo llevada al extremo.

-¿Cómo conoció a Laura Zamora y cómo comenzó vuestro proyecto?

-Nosotros nos conocíamos del mundo de la danza desde muchos años, y dio la casualidad que hace poco coincidimos en Valencia por situaciones diferentes. Yo estoy allí  con un proyecto llamado ‘Save The Temazo’, y ella por su parte estaba entrenando en una escuela de circo y acabamos pared con pared en las naves. A partir de ahí, y como no hay mucha gente que practique este estilo, empezamos a hablar y a plantear proyectos para el futuro. Los dos venimos del mundo de la danza, y por eso fue todo muy orgánico. En pocos días empezamos a proponer muchas cosas más allá de colgarse y balancearse, que es lo básico en nuestro trabajo, y comenzamos a compartir información sobre el tema.

Además, ambos tenemos números de este estilo en solitario, pero quisimos darle una vuelta al tema. A la hora de compartir número con alguien no piensas tanto en el miedo de colgarte y volar, sino en la coreografía con tu compañera, flotar cuando quieres y centrarte en el número. No nos lo pensamos mucho, nos metimos de cabeza en el proyecto.

128kgs 128kgs

128kgs

-¿Cómo empezó a practicar este estilo?

 -Tan solo hace tres años que lo decidí. Y con ‘decidir’, quiero decir que me empecé a dejar el pelo largo. En realidad fue una decisión muy tonta: estaba trabajando con una compañía y vi que me crecía mucho el pelo, así que me di un margen de un año para que me creciera lo máximo posible y poderlo intentar, aunque jamás pensé que llegaría a nada profesional. Una vez tuve el pelo largo y ya me había mentalizado mucho, me puse en contacto con Laura y nos pusimos a ello. Fue muy rápido y, aunque al principio dolía mucho, es como cualquier proceso físico: hace falta entrenar para que el cuerpo se adapte. Yo me había dado un año para intentar aprender a hacerlo, y en solo siete días ya estaba con los pies en el aire y creando movimientos increíbles.

-Eso es talento innato…

-¡Y sobre todo ganas, muchas ganas!

-Sus pases son de unos 15 minutos, ¿hay algún otro motivo aparte de la salud de vuestro cabello?

-El primer motivo, obviamente, es la resistencia de nuestro pelo y el hecho de que puede llegar a ser aburrido para el público estar una hora flotando en el aire. Además, entre pase y pase nos acondicionamos el pelo, porque es un peinado muy compacto y tenemos que ajustarlo.

Por otra parte, queríamos hacer una pieza breve, no solo por el dolor de estar cogidos del cabello, sino porque este formato nos permite hacer el espectáculo en prácticamente cualquier situación. Podemos adaptarnos y no hacerlo solo en un teatro, sino en un campo o en este caso en el Convento de San Antonio, en Caja Granada o hasta encima de una fuente. La idea era hacer una pieza no muy invasiva y que el formato permita que la gente que pasea por la zona nos vea, se interese y se acerque a mirar. No tienes que sentarte a ver el espectáculo ni coger sitio, simplemente puedes estar 10 minutos mirando y luego puedes seguir con tu paseo.

-¿Cómo crean cada número? ¿Piensan primero en un concepto y luego crean el pase?

-Sí, normalmente pensamos en un concepto o emoción y luego decidimos cómo llevarla a cabo. En este caso el concepto, el disparador coreográfico, fueron nuestros pesos juntos: 128 kilos. A partir de aquí, en toda la coreografía desde su inicio- donde hay un juego con la estructura, con los cuerpos flotando…- hasta el final, tiene que haber un juego con nuestro peso en cada movimiento. El concepto es básicamente el primer suelo para empezar a crear. A partir de ahí es construir.

-¿Es un espectáculo hecho simplemente para entretener, o buscan enviar algún mensaje al público?

-Nuestro espectáculo es como un cuadro en movimiento. En un lapso de tiempo muy breve puedes ver algo que no es habitual ahí y provoca tu interés, así que te acercas a observar, y más si eres de esa ciudad y no estás acostumbrado a verlo. Por lo que respecta a esta pieza, sería muy bonito si la gente saliera diciendo ‘Qué bonito esto, ha sido precioso y me ha despertado la imaginación’. Y eso tiene que ver con entretener, pero también es querer dejar una sensación de ver algo muy bonito. Así que si las imágenes que proponemos le generan a cada uno una lectura diferente, sería genial.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios