Festival de cine de Sevilla | Sesiones especiales con sello andaluz

Caminos y derivas de otro posible cine andaluz

  • Cuatro largometrajes se proyectarán junto a los primeros cortos de Juan Sebastián Bollaín en sesiones especiales revelando caminos insólitos y cruces genéricos del cine con sello andaluz. 

Cuatro viejos conocidos de la escena audiovisual y teatral sevillana y una recién llegada procedente de Granada aunque muy vinculada a Sevilla protagonizan las cinco sesiones especiales dedicadas al cine con sello andaluz más heterogéneo y estimulante.   

Fundador y director de la compañía Atalaya desde 1983, Ricardo Iniesta es una de las figuras más relevantes, activas y reconocidas del teatro andaluz contemporáneo. En el documental El abrazo del tiempo, dirigido por él mismo junto a Fernando Vázquez, echa la mirada atrás para recorrer 40 años de montajes, ensayos y proyectos de una compañía que se hizo con el Premio Nacional de Teatro en 2008, en un doble ejercicio de memoria y nostalgia que es a un tiempo historia del teatro local pero también del teatro español.

También entre el teatro, la televisión y el cine se ha movido el malagueño Chiqui Carabante, cuyo nombre despuntó en paralelo al de la Generación Cinexín con sus cortos (Los Díaz felices, Bailongas) y su primer largo, Carlos contra el mundo. Tras un periplo dirigiendo series de televisión (El ministerio del tiempo, Malaka), Carabante regresa al cine con La fortaleza, una tragicomedia que reúne a cinco hermanos ante el testamento de su padre y el juego póstumo que este les ha reservado para poder cobrar la herencia. Protagonizada por Fernando Cayo, Goya Toledo, José Manuel Poga, Fernando Tejero, Vito Sanz, Carla Nieto y Lola Casamayor, el filme también cuenta con la participación especial de Manolo Solo, Nacho Fresneda y Manuel Zarzo.

Chiqui Carabante, Paco Campano y Rocío Mesa representan la heterogeneidad del último cine hecho desde Andalucía

También en los márgenes de esa generación, el simpar Paco Campano, responsable de los siempre desopilantes vídeos promocionales del SEFF, auténtico personaje de la cultura urbana de la ciudad y director de un largo (La furia de Mackenzie) destinado a ser pieza de culto de la serie B española, regresa ahora a la dirección con Arde!, uno de los títulos que conforman el titánico proyecto ‘10+1’ de Gonzalo García Pelayo y que rodó en Argentina. Recién presentado en Sitges, su sinopsis, inspirada en la figura de la actriz argentina Isabel Sarli, musa del director Armando Bo, promete una coctelera de géneros a prueba de puristas: “una explosiva mujer nacida del esperma arrastrado por las cataratas de Iguazú [...] sin identidad ni memoria (y casi toda la película, también sin ropa), hará arder este mundo infernal con su deseo sin límites. [...] “La serie B y la Explotación se dan la mano con el cine de Lynch y Lucrecia Martel: sexo, ovnis, vhs, y vidas paralelas”.

Menos excesivo aunque igualmente estimulante se presenta el segundo filme, primero de ficción, de la granadina afincada en Los Ángeles Rocío Mesa, directora del documental Orensanz y responsable del Festival La Ola dedicado en la capital californiana al último cine independiente español. Secaderos se suma a ese joven cine español enunciado en femenino y con una clara vocación de partir de lo local, su cultura y sus acentos para tocar asuntos y relatos universales. Producido por La Claqueta, su filme observa un mundo en vías de desaparición, el de los secaderos de tabaco de la Vega granadina, para introducir bajo su piel, su mirada juvenil y su luz veraniega toques de realismo mágico que llevan su relato hacia el terreno de lo fantástico con calidez y sutileza.