Confesión 'En la sombra'

El príncipe Enrique aclara cómo pudo sufrir la congelación de su mejor amigo

El príncipe Harry en la boda de su hermano, sufriendo en ese momento la insensibilidad en sus partes íntimas

El príncipe Harry en la boda de su hermano, sufriendo en ese momento la insensibilidad en sus partes íntimas / EFE

En la sombra es el fenómeno literario del año aunque su calidad narrativa sea evidente. Las más de 400 páginas están siendo devoradas así como en otros soportes y con la piratería desatada en torno a las confesiones el príncipe Enrique. 

El duque de Sussex airea aspectos personales y familiares que están originando crecientes crisis en el palacio de Buckingham y en el entorno de su padre, el rey Carlos III, y de su hermano, el príncipe de Gales.

En la boda de éste con Catalina de Cambridge se produjo una de las anécdotas más comentadas sobre la vida privada del duque de Sussex. Enrique actuó de padrino en la boda de su hermano a finales de abril de 2011 y ahora se entiende alguna postura incómoda que mostraba el duque y que ahora ha confesado se debió a que se le había congelado su mejor amigo en una expedición al Polo Norte con veteranos de guerra.

Los duques de Sussex Los duques de Sussex

Los duques de Sussex

En su entrevista en el show de Stepen Colbert, un late night estadounidense, Harry ha explicado el contexto de la congelación de su pichula (como vendía a decir Mario Vargas Llosa). Como ha detallado, no es que los tejidos de su protuberancia más querida se quedaran como un témpano sino que fueron atacados por las bajas temperaturas, con 35 grados bajo cero, revelándose los daños días después. El yamentiende no había sido abrigado adecuadamente y entre el frío exterior y el cuerpo sólo había dos capas de ropa a lo largo de la pelvis. Con una expedición a pie que se extendió durante horas las partes nobles del noble quedaron muy vulnerables al frío. Al no ir bien pertrechado para la caminata, el resultado fue fatal y con la insensibilidad no se daba cuenta del alcance del daño.

Las secuelas de la congelación las notó ya en su casa y su nerviosismo fue en aumento al callarse para sí mismo lo que ocurrió. En esas se presentó con toda la preocupación al enlace de su hermano, donde entre líneas por sus gestos se puede intuir que estaba viviendo un momento incómodo.

De la congelación, que no llegó a tener malas consecuencias a largo plazo, se curó con unas cremas recetadas por un médico al que confesó finalmente lo que le sucedía.

El caso de esta congelación ha sido una de las anécdotas más comentadas en torno a un volumen de confesiones que seguirá contribuyendo a titulares en los medios y a debates encendidos en el entorno de la familia real británica.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios