11 de marzo, un día para recordar la huella del terror en Granada
Terrorismo
El 11M se celebra el Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo
En los atentados de Madrid no murió ningún granadino pero 21 sÍ fueron asesinados: 20 a manos de ETA y uno, del GRAPO
La ciudad homenajea al primer granadino víctima de ETA
Granada/Hoy, 11 de marzo no es un día cualquiera. En España casi todo el mundo sabe qué es el 11-M. Con la referencia de la horrible jornada que se vivió en Madrid ese 11 de marzo de 2004 con la masacre yihadista en el que ha sido el atentado terrorista más grande de la historia de España –se saldó con 193 asesinados, ninguno granadino–, la Comisión Europea decidió crear el Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo, que se celebra todos los 11 de marzo, como hoy es el caso.
La lacra del terrorismo se ha cebado en España, sobre todo en la última mitad del siglo pasado, sobre todo por las criminales acciones de la banda terrorista ETA (853 asesinados) y, en menor número, el GRAPO (88). Entre la desolación que ambas organizaciones dejaron hubo sangre granadina y relacionada con Granada:21 asesinados: 20 de ETA y uno del GRAPO.
Entre todos los atentados con víctimas mortales que ETA firmó entre junio de 1968 y marzo de 2010, tres fueron en Granada, tres los asesinatos y tres los 'modus operandi'.
Conrada Muñoz Herrera, de 55 años y madre de un funcionario de prisiones, murió en Montillana al abrir un paquete bomba que iba destinado a su hijo. Su otro hijo y una sobrina resultaron heridos. Era el 11 de agosto de 1989.
En la urbanización Jardín de la Reina muchos recuerdan que a primera horas de mañana del 10 de febrero de 1997 un coche bomba echó abajo las fachadas de algunos edificios. El atentado tenía como objetivo una furgoneta militar en la que iba Domingo Puente Martín (51 años y tres hijos), un peluquero que trabajaba en la Base Aérea de Armilla y que murió en el acto. También hubo 19 heridos.
Gran repercusión mediática tuvo el asesinato de Luis Portero García (59 años y cuatro hijos). El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, madrileño de nacimiento aunque llevaba once años viviendo en Granada, fue abatido el 9 de octubre de 2000 cuando un terrorista de ETA le disparó por la espalda cuando se disponía a coger el ascensos de su casa, en la calle doctor Olóriz. Más de 100.000 granadinos expresaron su repulsa en la que ha sido la manifestación más grande que han visto las calles de Granada.
Lejos de Granada
El resto de las víctimas del terrorismo que han tenido relación con Granada, la mayoría miembros de la Guardia Civil y la Policía Nacional, fueron asesinados en otras latitudes. El primero fue el guardia civil Antonio Hernández Fernández-Segura (23 años, un hijo y natural de Baños de Graena), que murió el 8 de octubre de 1977 en Guernica tras recibir once impactos de bala en un atentado contra el entonces presidente de la Diputación de Vizcaya, Augusto Unceta, del que era escolta junto a otro miembro de la Benemérita que también murió.
El inspector de policía granadino José Manuel Baena Martín (31 años y tres hijos, la menor de apenas seis meses) fue abatido en una acción contraterrorista en un piso de Pamplona. Era el 11 de enero de 1978. Este mismo año, el 14 de octubre, el guardia civil especialistas en vigilancia de costas Antonio Villena Castillo (de Padul, 27 años y un hijo) fue ametrallado en Lequeitio cuando paseaba por el puerto.
De Moreda era también el guardia civil Pedro Sánchez Marfil (20 años y un hijo), que fue asesinado en Azpeitia el 28 de noviembre de 1979 junto a otros dos agentes en el bar Ízaro. Los tres fueron rematados cuando estaban en el suelo. Ninguno de los numerosos testigos quiso colaborar en la investigación.
El guardia civil accitano Miguel Hernández Espigares (23 años) fue ametrallado junto con otros tres compañeros cuando comían en un restaurante de la población vizcaína Marquina-Jeméin. Era el 20 de septiembre de 1980, un año especialmente sangriento, pues ETA asesinó a 98 personas. Entre ellos, otro guardia civil granadino: Arturo López Hernández (37 años y natural de La Zubia). El crimen se produjo el 3 de noviembre cuando también comía con otros cuatro agentes. En el atentado murieron cuatro de ellos y otro cliente del bar Haizea de Zarauz y resultaron heridas seis personas.
Tres días después también fue asesinado en Eibar el policía nacional Alberto Lisardo Ramos (27 años y dos hijos y nacido en Órgiva), que fue tiroteado junto a un amigo cuando ambos estaban en el coche del agente.
Juan Maldonado Moreno, guardia civil de 42 años y con dos hijos, fue enterrado en Motril después de que fuera asesinado al explotar una bomba que ETA cuando accionó la llave de su vehículo. El criminal atentado fue en Pajajes de San Juan el 22 de junio de 1983.
La única víctima granadina en un atentado del GRAPO fue el policía nacional José Ángel Requena Duarte (24 años, un hijo de seis meses y natural de Casanueva, pedanía de Pinos Puente), que fue ametrallado en su coche junto a otro agente en el barrio de Carabanchel (Madrid). Fue el 2 de enero de 1984 , días antes de irse de vacaciones a su pueblo.
Aunque considerado como un histórico dirigente socialista vasco, Enrique Casas (40 años y cuatro hijos) había nacido en Guadix, aunque cuando tenía ocho años su familia emigró a Zaragoza. El 23 de febrero de 1984, tres días antes de las elecciones vascas, el que fuera secretario general del PSE-PSOE de Guipúzcoa y por entonces senador fue abatido en su casa y rematado en el suelo. Recibió siete disparos y en la casa estaban, además, su hijo mayor de 17 años y el menor, de ocho meses.
Miguel Ángel de la Higuera era un guardia civil nacido en Alfacar 20 años antes de que fuera asesinado en Madrid el 14 de junio de 1986. Fue uno de los atentados más cruentos que se vivieron en Madrid por esos tiempos. Una furgoneta bomba cargada con 35 kilos de explosivos detonó en la plaza de la República Dominicana al paso de un convoy del Instituto Armado compuesto por un autobús, un minibús y un todoterreno que trasladaba a 60 agentes entre 18 y 25 años a la Escuela de Tráfico. Además del granadino, fueron asesinados doce números de la Guardia Civil y 78 personas, entre agentes y viandantes, resultaron heridas.
El artificiero Tedax de la Policía Nacional Manuel Jódar Cabrera (35 años, dos hijos y nacido en Rubite) murió en Bilbao el 24 de mayo de 1989. Ese día, ETA también asesinó con un coche bomba a otro policía y un ertzaina. Los tres agentes saltaron en pedazos al estallar un bidón con 20 kilos de amonal y 40 de metralla que estaban en el maletero de un taxi robado.
También policía nacional era Juan José Escudero Ruiz. Nacido en Gor. el agente de 52 años y con cuatro hijos fue asesinado en Sabadell el 8 de diciembre de 1990 por la tarde, cuando un coche bomba explotó al paso de un convoy de dos furgones sin blindaje en el que iban varios miembros de la Policía Nacional que iban a prestar servicio al estadio Nova Creu Alta con motivo del encuentro que iban a disputar el Sabadell y el Málaga. En el atentado murieron seis agentes y resultaron heridos otros dos, al igual de nueve ciudadanos.
La sinrazón de la barbarie terrorista demostró que no tenía límite alguno cuando el 7 de noviembre de 1991 ETA asesinó en Erandio a Fabio Moreno Asla, un niño de dos años que, aunque nacido en Bilbao, era hijo de Antonio Moreno, un guardia civil granadino. Los terroristas pusieron una bomba lapa en los bajos del coche del agente, que sobrevivió a la explosión al igual que su hijo Alexander, gemelo de Fabio. Ambos tardaron un tiempo en recuperarse de sus heridas. Aún retumban las palabras de Antonio Moreno: "... lo malo fue cuando fui a sacar a Fabio, que lo tuve que recoger a trozos. No sabes como sujetarlo porque se te cae por todos los sitios".
José Manuel Fernández Lozano (25 años y un hijo) era un guardia civil de Alfacar destinado en el cuartel de Inchaurrondo. Fue asesinado junto a un compañero en la localidad guipuzcoana de Oyarzun el 17 de agosto de 1992 cuando fueron tiroteados en su coche por un terrorista tras realizar unas compras en un hipermercado.
Ese mismo año, el 24 de mayo, también cayó víctima de la barbarie el albaicinero Miguel Miranda Puertas (64 años y cuatro hijos), subteniente músico de la guardia civil en situación de reserva. El agente granadino fue asesinado en Madrid cuando fue alcanzado por la explosión de un coche bomba que fue activado cuando paseaba junto a un compañero, que resultó herido, al igual que varios vecinos.
Rafael Leiva Loro era un policía nacional nacido en Atarfe y tenía 43 años y seis hijos cuando ETA acabó con su vida en Bilbao el 30 de enero de 1995. El agente fue tiroteado en las oficinas de expedición de pasaportes y documentos de identidad, en pleno centro de la capital vizcaína. Murió en el acto tras recibir varios disparos en la cabeza, mientras que su compañero quedó tetrapléjico, aunque murió ocho años después como consecuencia de las lesiones producidas por los disparos.
De Colomera era el también policía nacional Jesús Escudero (53 años y cuatro hijos) que cierra esta trágica lista de granadinos que vieron truncados su futuro a manos de terroristas. El agente fue asesinado el 30 de octubre de 2000 junto a un chófer y el magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol. Los tres fueron alcanzados por un coche bomba cargado con 20 kilos de dinamita que explotó cuando pasaban en el vehículo oficial por la avenida de Badajoz, en Madrid. También murió días después un conductor de autobuses y resultaron heridas 64 personas.
Atentados sin víctimas
La sangre de granadinos derramada podría haber sido mayor, pues ETA intentó protagonizar más atentados en Granada. En julio de 1996 los terroristas hicieron estallar bombas en Almuñécar y la Alhambra, sin consecuencias. Un año después intentó matar a un funcionario de prisiones que descubrió el explosivo debajo del asiento de su coche. También en 1997, el 29 de septiembre, miembros de ETA lanzaron granadas anticarro a la Comandancia de la Guardia Civil de Casería de Montijo. Sólo estalló una y sólo produjo daños materiales.
Como se puede comprobar, las muertes, viudas, huérfanos y heridos que ha dejado el terrorismo en España durante décadas también ha dejado su impronta en Granada. Hoy, 11 marzo es el Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo, una jornada que pretende que el olvido no se imponga.
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