Desde la recepción a bombo y platillo en el Centro Lorca del legado del autor de Bernarda Alba tal día como ayer de hace un año, el espacio de Romanilla ha vivido varios hitos destacados. Entre ellos, la apertura al público del Archivo de la Fundación Federico García Lorca o la puesta en marcha de la Biblioteca y el Centro de Documentación, pero todo condicionado por las limitaciones de personal. 

Como antesala a la llegada se ofreció la exposición Una habitación propia (del 29 marzo al 9 julio 2018), con manuscritos, impresos, fotografías, dibujos, obra plástica y objetos que procedentes casi en su totalidad de los archivos de la Fundación Federico García Lorca, de la Residencia de Estudiantes y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

La muestra se dividía en cuatro partes: una presentación de acercamiento general a las características de la Residencia de Estudiantes, un primer tramo ya basado en la cronología como residente de Federico García Lorca, el tramo de 1926 a 1928 marcado por la aparición de la revista Residencia en 1926 y el periodo de 1929 a 1936, que atiende a una serie de intervenciones en la Residencia, ya desde fuera, entre las que destacan los ensayos y la preparación del teatro universitario La Barraca, formado con estudiantes de Letras y Arquitectura.

En este año también se ha podido ver la exposición Lorca y Granada (del 11 de octubre de 2018 al julio de 2019), que habla de la relación del poeta con su ciudad a través de un material de enorme riqueza marcado por la presencia de Granada, desde los textos de juventud hasta su muerte. La exposición, que aborda la relación del poeta con la ciudad donde nació y se formó y donde también murió fusilado, contenía fotografías, manuscritos, dibujos y correspondencia.

Entre otras actividades, a principios del mes de junio se llevó a cabo una Lectura de poemas Diván 1 en colaboración del Unamuno Author Series para difundir la obra de un grupo de poetas, la mayoría anglófonos, poco conocidos en España como Gregory Pardlo o Spencer Reece.