Universidad

El agua vuelve a correr por la acequia de Aynadamar

Momento de inauguración de la acequia por la rectora, Pilar Aranda.

Momento de inauguración de la acequia por la rectora, Pilar Aranda. / Jesús Jiménez / Photographerssports

Por la acequia de Aynadamar vuelve a fluir el agua. Este sábado, la Universidad de Granada, con la rectora, Pilar Aranda, ha inaugurado el tramo oficial de la acequia restaurada dentro del proyecto de investigación del grupo MEMOLab, laboratorio de Arqueología Biocultural, bajo la dirección del profesor e investigador José María Martín Civantos.

Los trabajos de recuperación de la acequia se han ejecutado en el último trimestre del año 2022 y han permitido el arreglo de 2,8 kilómetros del conocido como Pago de Aynadamar, que va desde el Fargue hasta el campus de Cartuja.

Se trata de un hito para el que se puso en marcha el proyecto Recuperemos la Acequia de Aynadamar, donde un grupo de voluntarios se ha dedicado a limpiar ese tramo y posibilitar el tránsito del agua. En tiempos pasados, esa acequia regaba esas tierras antes de su entrada en la ciudad. 

El proyecto ha contado con la colaboración del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Patrimonio de la Universidad de Granada, la Fundación AguaGranada, la Cátedra Hidralia y la Asociación de Comunidades Históricas y Tradicionales de Andalucía y los trabajos se han desarrollado en colaboración con la comunidad de regantes de la acequia de Aynadamar, de la que la universidad forma parte. La recuperación de este tramo de acequia es una de las acciones que la UGR desarrolla en el campus universitario para su mejora y puesta en valor desde el punto de vista patrimonial.

Ha sido un trabajo histórico para la UGR. Ha sido un trabajo histórico para la UGR.

Ha sido un trabajo histórico para la UGR. / Jesús Jiménez / Photographerssports

Una acequia histórica

Este proyecto ha sido un "sueño compartido" para la Universidad de Granada al ser un proyecto con un fuerte compromiso social, de desarrollo económico y de sostenibilidad que se inició en 2015 cuando se impulsó el campus de Cartuja para que estuviera abierto a la ciudad. 

La acequia de Aynadamar fue construida, en teoría, durante el siglo XI para abastecer de agua a la antigua Alcazaba de Granada (Qasabat Garnata), la sede de la dinastía zirí, y al actual Albayzín.  Esta canalización ha sido uno de los ejes vertebrados que han conformado la ciudad de Granada, siendo el primer abastecimiento hídrico que tuvo esta. En los años 80 del siglo XX el tramo final fue definitivamente abandonado y destruido a su llegada al núcleo urbano, con la consiguiente pérdida patrimonial, paisajística y ambiental.

El proyecto tiene como objetivos, además de los aspectos patrimoniales y ambientales, la recuperación para el riego del Campus de Cartuja, evitando así usar agua potable y la consiguiente regeneración paisajística, aprovechando las funciones ambientales que cumplen las acequias tradicionales. Desde la Universidad de Granada, se apuesta igualmente por la posibilidad de crear huertos ligados a la acequia y su infraestructura, la educación y sensibilización patrimonial y ambiental, la participación ciudadana y el apoyo a la propia comunidad de regantes de Aynadamar responsable de la gestión.

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