Adiós al teléfono móvil durante todas las vacaciones

Aunque basta con darse una vuelta por cualquier playa o chiringuito para comprobar que el smartphone se ha convertido en nuestro compañero de viaje durante las vacaciones de verano, un reciente estudio realizado por la marca Bq no deja lugar a ninguna duda: tan sólo uno de cada diez españoles desconecta de este dispositivo durante sus jornadas de asueto.

Estamos cada vez más atados al teléfono y la mayoría de las ocasiones por exigencias profesionales. Si hasta ahora, para un puesto de trabajo se pedía saber inglés o incluso ir bien afeitado; en la actualidad se nos invita ("por lo que pueda pasar") a estar disponibles las 24 horas del día... incluso en vacaciones.

Por eso, en Romacho Electrohogar, ubicada en la céntrica Avenida Medina Olmos de Guadix, se han propuesto que este verano sus clientes puedan desconectar durante unos días, evitando impertinentes llamadas de trabajo o incluso estar geolocalizados por este dispositivo.

Han habilitado una zona de destrucción de teléfonos móviles, donde quien lo desee podrá deshacerse de su smartphone y olvidar esa melodía infernal que le advierte de una llamada entrante de su jefe.

Los futuros veraneantes podrán elegir entre el 'Lanzamiento a pared', el 'Ahogamiento en aceite' o el clásico 'Martillazo'.

"Queremos que la gente descanse en vacaciones y qué mejor manera de empezar a liberar el estrés acumulado durante el año, que deshaciéndose del teléfono móvil", asegura Antonio Romacho, gerente de este particular comercio granadino.

Sin embargo, una vez finalizado el periodo de descanso, muchos querrán recuperar su terminal. Por ello, tras las merecidas vacaciones, con vistas a poder recuperar la normalidad en su vuelta a la rutina, la tienda les ofrecerá a sus clientes importantes descuentos en nuevos terminales móviles.

Rebajas que también tienen ya cámaras y dispositivos GPS, para que nadie tenga la tentación de meter el smartphone en la maleta argumentando que lo necesitan para hacer fotos o encontrar la calle de su hotel.

Aunque los usuarios tendrán que renunciar a los famosos selfies o no podrán actualizar sus redes sociales a cada minuto, éstos dispondrán de un periodo de tranquilidad y un ahorro sustancial en la facturación telefónica. Una nueva forma original y diferente de desconectar de las tecnologías y vivir unas vacaciones al igual que lo hacían los veraneantes hace algunos años atrás.