Con puntualidad, en este caso francesa, una temperatura de 11 grados, un cielo casi despejado y un viento de 16 nudos, Granada le dijo bienvenue al vuelo de las 19:05 procedente de París-Orly. Había pasado en concreto un año, siete meses y ocho días desde que el 22 de marzo de 2020 el Gobierno endureciera las medidas del primer estado de alarma y Granada perdió sus últimos vuelos internacionales, que ya eran pocos, a causa de la pandemia. Así que con la esperanza de que todo vuelva ser un poco más como antes, representantes de las instituciones de la provincia recibieron al Airbus A-321 de Vueling que una hora y 59 minutos antes había despegado del aeropuerto del sur de la capital gala.

Tan agradecidos están en Granada de que los vuelos internacionales regresen al Aeropuerto que la imagen era muy curiosa. Tenía hasta un punto de Bienvenido Mister Marshall, con el diputado de Turismo, Enrique Medina; el alcalde de Granada, Francisco Cuenca; la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro; el delegado de Turismo de la Junta, Gustavo Rodríguez, y el director del Aeropuerto, Julián Torres, esperaban a pie de escalera a los turistas y viajeros que descendían de la aeronave con unas bandejas con unas galletas de mantequilla como recuerdo de haber sido los primeros en venir el avión hasta Granada después de la pandemia. Pleitesía total para un turismo que sigue siendo el maná de la economía granadina.

Del avión, que distaba de estar lleno, bajaban familias con atuendo musulmán, alguna persona solitaria con atuendo de trabajo y mirada por encima de las gafas tremendamente francesa, parejas de amigas, sobre todo, comentando la jugada, turistas y algunos estudiantes de vuelta a casa. Como Alonso, que tras estudiar cuatro años en la Ciudad de la Luz regresa ahora "a mi tierra" con una sonrisa de oreja a oreja y "muy contento". Además, contó que durante el vuelo se contó en cabina que, efectivamente, era el primer vuelo directo con Granada. Melanie era al revés, regresaba al lugar de su trabajo. Aunque esta vez era distinto porque antes tenía que bajar a Málaga para volver a casa: "Echaba de menos una conexión directa porque era muy complicado, y para la ida tuve que hacer el enlace con Barcelona".

Para ellos aún les quedaba un proceso que pasar, el de los médicos, que en la sala de llegadas, anterior a pasar por las cintas de equipaje, tenían que pasar por el control pandémico: mostrar papeles y certificados de vacunación, los resultados de los test, tomarles la temperatura. El personal sanitario que lleva a cabo esta labor, un médico y cinco enfermeros, llegaban con más de una hora de antelación al aeropuerto, pasaban por el control de seguridad del edificio administrativo, y luego se metían en la terminal para prepararlo todo. Y sin dejar nada al azar, pasando por su correspondiente control de seguridad y los arcos detectores. Da igual que seas sanitario o periodista. Y si pita porque en los botines llevas una lentejuela metálica, toca quitarse el calzado. Que se lo digan a una compañera de prensa.

Granada recupera entonces su primera ruta internacional. Queda trabajo y no hay planes a corto plazo para que nuevas compañías vayan a abrir conexiones con el Aeropuerto Federico García Lorca. La crisis del coronavirus se ha cebado con las compañías aéreas, que en muchos casos han despedido a gran parte de su personal y, sobre todo, se han desecho de muchos aviones. Por eso la recuperación será lenta, coinciden varios miembros de la Mesa del Aeropuerto presentes en el acto de ayer en Chauchina. También las aerolíneas están prevaleciendo los destinos potencialmente más importantes. Málaga ha recuperado casi el cien por cien de todas las conexiones previas a la pandemia y en Sevilla ya se han equiparado a antes de 2020. San Pablo, para esta temporada invernal, cuenta con 47 rutas internacionales.

El Patronato de Turismo se encuentra realizando varias reuniones técnicas esta semana en el World Travel Market de Londres, citas que se suman a las de Fitur la pasada primavera, donde se habló de rutas, aparte de nacionales, con Oporto y Marrakech que, de momento no han fructificado. Y en próximas semanas el alcalde, Francisco Cuenca, se reunirá con aerolíneas, aparte de Iberia. Todo por acelerar la vuelta a la normalidad de febrero del 20 en el Aeropuerto.