El temor a que se desate una guerra de clanes ha impregnado el distrito Norte de la capital granadina. Este miedo ha venido propiciado por el tiroteo del pasado jueves en la calle Fray Juan Sánchez Cotán a plena luz del día, que acabó con un joven de 21 años fallecido y dos heridos, uno de ellos, de 24 años, en estado crítico, ingresados en el hospital. Según fuentes de este periódico, al otro herido, de 44 años de edad, se le tomó ayer declaración, acusado de ser el presunto homicida, algo que habría negado, alegando que había sido su hijo, que es menor de edad, quien habría efectuado los disparos.

Varios vecinos consideran que "este hecho no va a quedar así", ya que según pudo saber Granada Hoy, podría desatarse "una auténtica guerra, entre los dos clanes enfrentados". Tras lo sucedido, ayer se hizo público que el Ayuntamiento de Granada y la Subdelegación de Gobierno han firmado un pacto para mantener un refuerzo permanente de seguridad en la zona. Cabe destacar que se trata del tercer tiroteo en menos de cuatro meses que tiene lugar en la zona, tras el asesinato el pasado noviembre de Sara, una madre de 34 años, que fue asesinada por un disparo en el abdomen, presuntamente por su marido, y de José Manuel, un joven de 27 años, que recibió un disparo mortal en la cabeza.

Un ajuste de cuentas, debido a la ocupación de una vivienda de una persona perteneciente a uno de los dos clanes, habría sido el desencadenante de esta reyerta que se originó en torno a las doce del mediodía del pasado jueves. Un grupo de personas que pertenecen a un clan de etnia gitana asaltaron a dos hermanos marroquíes, miembros del otro clan, cuando estos andaban por la calle y abrieron fuego contra ellos.

Durante el tiroteo, uno de los dos marroquíes, de 21 años, se refugió en una corrala formada por varios edificios, donde falleció minutos más tarde a causa de los disparos, mientras que el otro, de 24 años, quedó herido de gravedad y continúa intubado, en estado crítico, en la UCI del hospital del PTS. También resultó herido en el altercado, un hombre de 44 años, perteneciente al clan de etnia gitana, de quien se sospecha que fue el autor de los disparos.

Pese a que el caso está bajo secreto de sumario, fuentes cercanas a este periódico indicaron que la Policía Nacional tomó ayer declaración a este hombre, que continúa ingresado en el hospital del PTS, pero al que se prevé trasladar en las próximas horas, al Hospital Ruiz de Alda, por motivos de seguridad. Durante su declaración, este hombre no solo habría negado los hechos, sino que habría acusado a su hijo, menor de edad, de haber sido el autor del homicidio.

Asimismo, habría implicada en el tiroteo una cuarta persona que huyó de la escena tras lo sucedido. Además, tras hacerse público el vídeo de los instantes posteriores al altercado, se investiga por qué, tal y como se muestra en estas imágenes, una mujer, de forma disimulada, se lleva una pistola que hay junto al cadáver del joven.

Pese a que según indicaron fuentes policiales, así como el propio Subdelegado del Gobierno en Granada, Francisco Fuentes, este tiroteo "no tiene relación con los anteriores", lo cierto es que, al menos con el anterior a este último, sí que habría un hilo conductor: la marihuana.

Esta droga, a cuyo negocio se dedican los dos clanes implicados en este último incidente, sería el nexo de unió entre ambos casos. José Manuel, que fue disparado en febrero por un familiar que se encuentra huido, habría sido asesinado tras una disputa, al querer abandonar un invernadero de marihuana que tenía a medias con otro familiar. Esa noche, algunos coches fueron quemados y varias viviendas ocupadas, por lo que una de las teorías que se mantiene es que la ocupación de la vivienda que originó el tiroteo de la semana pasada, sucediese durante esa misma noche.