Álava-Granada, 700 kilómetros de distancia y 2,5 veces más paro

Nadie se sorprende cuando, cada vez que se publica un nuevo dato del paro, las provincias más desfavorecidas siempre son las de la mitad Sur peninsular y, para más señas, las que quedan por debajo de Despeñaperros. Desde que, por la crisis económica, el país dejó de generar buenas noticias en materia de empleo, Granada ha aparecido en demasiadas ocasiones ocupando grandes titulares en los que queda de manifiesto que el empleo, la capacidad para generar y mantener puestos de trabajo, es hoy más que nunca una asignatura pendiente.

De hecho, esta misma semana un informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacaba la "creciente división" que existe entre el Norte y el Sur de España en materia de empleo, así como las diferencias crecientes entre los centros urbanos y las zonas rurales. En el informe aparecen tres provincias con nombres en negrita: Granada, Jaén y Almería. El estudio, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Laborales (IEL) de la OIT, resalta que la situación es "especialmente difícil" en la región meridional de Andalucía, que ya registraba tasas de paro elevadas antes de la crisis. "Por ejemplo, en las provincias de Almería, Jaén y Granada, más de la tercera parte de los trabajadores está desempleada". De hecho, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Granada y Jaén son dos de las provincias -junto a Las Palmas- que sufren la mayor tasa de paro de todo el territorio nacional. En la provincia, el 36,5% de la población está en paro. Y se dice pronto. Si en una habitación se juntaran en cualquier momento diez granadinos elegidos al azar, tres de ellos estarían en paro y uno estaría con un pie al otro lado de la línea que divide a los empleados de los desempleados.

En el informe de la OIT, el economista Steve Tobin alerta de que la crisis "está haciendo más evidente la disparidad Norte-Sur y es posible que la esté agravando".

En el segundo trimestre de 2012, por poner un ejemplo muy gráfico, la provincia de Álava tenía una tasa de paro del 14,7, una de las más bajas del territorio nacional (sólo en Gipuzkoa es menor, con una tasa del 12,5%). En Granada, la tasa de paro en ese mismo periodo era del 36,5%. Las diferencias entre las dos provincias españolas, separadas por menos de 800 kilómetros de distancia, son abismales. En Granada, la tasa de paro multiplica por 2,5 la de la provincia vasca.

Es cierto que el incremento del paro se ha producido en el conjunto del territorio nacional y que en el Norte también se ha notado la crisis (en 2007 la diferencia de la tasa de paro de Granada y Álava era prácticamente la misma), pero en términos absolutos sigue habiendo una brecha difícil de salvar. Si en Álava está en paro 1,5 de cada diez habitantes, en Granada las listas del paro cuentan con 3,6 de cada diez granadinos.

De hecho, la mayoría de las quince provincias donde más se ha incrementado la tasa de desempleo entre 2007 y 2012 se sitúan por debajo de la línea imaginaria que traza la capital española, con la excepción de Castellón. Granada, Jaén y Las Palmas son las provincias donde más se ha disparado la tasa de paro. En la provincia ha pasado de un 11,72 en 2007 a un 36,49% en 2012. Es decir, casi 25 puntos porcentuales, frente a los diez puntos que ha aumentado Álava, por seguir con el mismo referente.

La situación, comparándola o no con el resto de España, es realmente preocupante. La secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, asegura que, aunque históricamente siempre ha existido una "brecha considerable" a nivel económico entre las regiones del Norte y del Sur, "no cabe duda de que la actual crisis económica, junto con el estallido de la burbuja inmobiliaria, ha agravado estas diferencias".

Según Martínez, esta situación "debería obligar a nuestros políticos a preguntarse qué han hecho mal durante tanto tiempo, pero también a os empresarios granadinos, que se han centrado en la construcción y en el sector servicios , y no han apostado ni por la tan necesaria industria (gran diferencia con las regiones del norte), ni por otros sectores que aportan valor añadido y mayor estabilidad en el empleo".

Así que, para UGT, la solución al problema del desempleo y del abismo entre el norte y el Sur de España pasa por cambiar de modelo productivo. También el secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, apunta que no habría diferencias tan grandes entre las provincias del norte y del Sur si no fuera por los modelos productivos instaurados en cada territorio. "Mientras en el norte se ha desarrollado un sólido tejido industrial, en el Sur la economía está basada en un sector servicios débil y cuyos cimientos tiemblan en épocas de crisis, ya que dependen especialmente del consumo interno, de los salarios y de la inflación".