Alejandro entra en prisión tras no conseguir el indulto y dice que seguirá "peleando desde dentro"

El joven tendrá que cumplir 5 años por usar una tarjeta falsa y gastar 79 euros Pide otra condena para no perder su trabajo y su casa

Alejandro Fernández, junto a su familia y su pareja, justo antes de entrar en la prisión de Albolote.
Alejandro Fernández, junto a su familia y su pareja, justo antes de entrar en la prisión de Albolote.
R. G. Granada

08 de junio 2016 - 01:00

Llegó el momento y, como se preveía, fue difícil para toda una familia, rota por el dolor de ver a un hijo, como cuentan rehabilitado y reintegrado, entrar en prisión por lo que consideran una injusticia. Alejandro Fernández, el joven de 24 años condenado por pagar 79 euros con una tarjeta falsa, ingresó ayer voluntariamente en la prisión de Albolote pasados unos minutos de las siete de la tarde para cumplir los cinco años de prisión a los que ha sido condenado tras negarle el Gobierno el indulto solicitado por su abogado y no fructiferar los últimos recursos y la presión social que pedía su 'perdón'.

Alejandro llegó a la prisión de Albolote acompañado de su familia, rota de dolor por considerar que la prisión cortará la vida de este joven, que se ha mostrado dispuesto a cumplir su pena de otra forma (pulsera telemática, pasar las noches en prisión, hacer trabajos para la comunidad...) pero eludiendo la cárcel ya que considera que es una persona totalmente rehabilitada que cometió ese delito hace seis años, cuando tenía 18.

Acompañado por familiares, entre ellos sus padres, su pareja, su suegro y uno de sus hermanos, el joven insistió a los periodistas -su caso ha generado un gran interés mediático- en que solo robó 79 euros a través de compras con la tarjeta clonada y que no hay nada que demuestre que se llevó más. De hecho, insistió en que no tiene antecedentes y aseguró que su abogado le ha trasladado que si todo va bien en unos seis meses podría obtener los primeros permisos.

La familia estaba muy afectada sobre todo en el momento de verlo entrar. Hasta el último momento han mantenido la esperanza, pero no lo han conseguido. Su madre, Rosario, muy afectada, dijo que el ingreso en prisión de su hijo es una "injusticia". "Me lo van a matar ahí dentro", dijo llena de angustia.

Desde ayer por la mañana Alejandro ya se había resignado a entrar en prisión al haberle negado el indulto (decisión que se tomó hace dos meses por valorar su pertenencia a banda organizada y estafa) y los últimos recursos de su abogado. Pese al apoyo social y de numerosos colectivos e instituciones, desde el Gobierno se negaron aplicar la medida de gracia al considerar que no cumple los requisitos. Tanto la Fiscalía como la Audiencia Nacional emitieron el pasado 23 de septiembre informes desfavorables al indulto, en los que se ha basado el Gobierno. Su abogado, Javier Gómez Rosales, criticó que en esos informes, ni la Fiscalía ni la Audiencia entren a analizar el caso sino que "se limitan a tener en cuenta la naturaleza del delito", que a su juicio no reviste tanta gravedad como para que se le deniegue.

Pero Alejandro no se da por rendido y aseguró ayer que seguirá "peleando desde dentro", como recogió Efe, para que se le reconozca que es una persona "rehabilitada" que ha rehecho su vida y que ahora tiene un trabajo estable como camarero, y pareja. De hecho, su jefe le ha dicho que intentará guardarle el trabajo. La familia y su pareja le esperarán fuera.

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