El pleno extraordinario del Patronato de la Alhambra y el Generalife firmó ayer por unanimidad el certificado de defunción del proyecto Atrio. Justo una semana después de que trascendiera el informe de Icomos, que desecha de forma rotunda el proyecto de Álvaro Siza y Juan Domingo Santos por considerarlo "demasiado invasivo", la Alhambra dio ayer el último paso para guardar en el cajón de forma definitiva una iniciativa rodeada de polémica.

Ahora toca reformular el proyecto, "reconsiderarlo por completo" para que cubra las necesidades del monumento sin poner en riesgo el valor universal excepcional de la Alhambra. Y en ese proceso de reformulación, el Patronato y la Consejería de Cultura quieren contar con los 'padres' del proyecto original. La consejera de Cultura, Rosa Aguilar, aseguró ayer que la intención de la Junta de Andalucía es ponerse en contacto con Siza y Santos para repensar el futuro centro de recepción de visitantes de la Alhambra. "Desde la reconsideración total y completa, queremos que el arquitecto deje su huella en la Alhambra", aseguró ayer Aguilar, que apuntó que el "Atrio no es posible", pero sí que lo es el abordaje conjunto de un proyecto que cubra las necesidades del monumento y que vaya en la línea de los parámetros que marca Icomos. "Seguimos contando con el arquitecto y esperamos también que él siga contando con la Alhambra, para que mutuamente podamos trabajar en esa reconsideración total del proyecto actual. El que teníamos no se puede ejecutar, pero sí otro diferente y distinto de la mano de Siza".

Una vez que el Patronato de la Alhambra ha tomado oficialmente la decisión de paralizar el Atrio, Cultura se pondrá en contacto con Álvaro Siza y Juan Domingo Santos para plantearle la intención de seguir contando con ellos. "Espero que desde el diálogo nos entendamos perfectamente", confesó Aguilar, recordando que hay que "hacer las cosas bien" para que no se ponga en riesgo la consideración de la Alhambra como Patrimonio Mundial. "Queremos un buen proyecto para la Alhambra que tenga el respaldo de la Unesco y que pueda mejorar el espacio para los visitantes. Queremos un proyecto posible, realista y factible", apuntó.

Sobre plazos, el acuerdo del pleno del Patronato -que hizo suya la propuesta de la Consejería de Cultura e Icomos de "detener" el proyecto- da algunas claves. Según informaron ayer fuentes de la Consejería, el próximo mes de enero se volverá a convocar la Comisión Técnica de la Alhambra -ya se reunió el pasado viernes para tratar la paralización del Atrio, aunque no hubo consenso y sus miembros solicitaron más tiempo para estudiar el informe de Icomos-. En ese encuentro, la comisión revisará el programa de necesidades de la Alhambra, que como ya publicó este periódico estará determinado por la entrada en vigor del nuevo sistema de entradas del monumento, que incorporará las nuevas tecnologías y reducirá sensiblemente las colas en las taquillas.

Además, el pleno del Patronato aprobó ayer solicitar una valoración de impacto patrimonial, tal y como aconseja Icomos. Con esos dos informes, Cultura volverá a convocar el pleno de la Alhambra y se abrirá un proceso participativo en el que se recogerán las aportaciones tanto de las administraciones que forman parte del máximo órgano de dirección del monumento como de las plataformas y colectivos sociales.

Una vez cumplidos estos pasos, se invitará a una delegación de Icomos para que visite la Alhambra y valore in situ las necesidades que plantea la recepción de visitantes en el monumento, asesorando y concretando los parámetros que debe tener el proyecto. Y con todas estas aportaciones, Cultura y el Patronato de la Alhambra se sentarán con los autores del Atrio para reformular el proyecto "al completo".

El alcalde de Granada y vicepresidente del Patronato de la Alhambra, Paco Cuenca, reafirmó que el monumento no puede poner en riesgo bajo ningún concepto su consideración de Patrimonio Mundial, y que la decisión del Patronato es una muestra de la "sensibilidad y respeto" hacia los valores históricos y patrimoniales de la Alhambra. "Hay que rehacer el proyecto para atender las demandas y necesidades que son obvias, y mejorar el servicio que se le da a quienes nos visitan y a los propios granadinos", apuntó Cuenca, que apostó también por contar con el "prestigio" de Álvaro Siza y Juan Domingo Santos.

El informe de Icomos da algunas claves de en qué dirección debería plantearse la reconsideración total del proyecto. La clave está en el volumen. Aunque Icomos, el máximo organismo asesor de la Unesco en materia de Patrimonio Mundial, reconoce las bondades del proyecto de Siza y Santos -su diseño de alta calidad, la integración de volúmenes en el espacio y los materiales elegidos para construirlo-, también apunta que ocupa demasiado espacio (11.832 metros cuadrados edificados y 10.118 del área adyacente). Así que una de las principales medidas a la hora de afrontar el nuevo proyecto sería reducir sustancialmente los volúmenes a construir.