Patrimonio

La Alhambra comienza la restauración de la cubierta de la Sala de la Barca

  • La intervención se enmarca en la programación anual de actuaciones del Patronato, tiene un coste cercano a los 50.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses

Imagen del patio de los Arrayanes de la Alhambra, desde el que se accede a la Sala de la Barca

Imagen del patio de los Arrayanes de la Alhambra, desde el que se accede a la Sala de la Barca / G. H. (Granada)

El Patronato de la Alhambra y Generalife, encargado de gestionar el monumento granadino, ha iniciado este martes los trabajos de restauración de la cubierta de la Sala de la Barca, en el ámbito de la Torre de Levante, en una intervención que también afectará a la fachada norte, la galería de acceso y el suelo de la propia torre.

Según han informado fuentes del conjunto monumental, históricamente el más visitado del país y de Andalucía, la intervención se enmarca en la programación anual de actuaciones del Patronato, tiene un coste cercano a los 50.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses.

La propuesta servirá para solucionar los problemas puntuales de estanqueidad detectados en algunos elementos constructivos ubicados en el lado este del cuerpo superior de la Sala de la Barca y la reparación y mantenimiento se realizará aplicando criterios de intervención respetuosos con el valor patrimonial del inmueble.

El Patronato reparará las partes afectadas del forjado, tanto la tablazón como el durmiente, e impermeabilizará nuevamente la parte de cubierta afectada mediante la sustitución de las planchas de plomo por otras nuevas. Además, la propuesta servirá para reparar la balconada de acceso a la torre, sustituir la bajante afectada y la solería del suelo.

La Sala de la Barca, a la que se accede desde el Patio de los Arrayanes, debe su denominación a la forma de su bóveda semicilíndrica, semejante al casco de un barco invertido, o a la palabra árabe al-baraka (la bendición), repetida insistentemente en las yeserías de sus muros.

A finales del siglo XVI fue necesario repintar el techo, por lo que también se la conocía hasta épocas recientes como Sala Dorada, y la forma y dimensiones del techo de este espacio alhambreño la convierten en un ejemplar extraño y único.

El original quedó casi totalmente destruido a consecuencia de un incendio en septiembre de 1890 y su restauración, que concluyó en junio de 1965, se hizo a partir de dibujos, fotografías y piezas salvadas.

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