La Alhambra mantendrá Gomérez en doble sentido pero con más restricciones

La accesibilidad al monumento más importante de la ciudad volvió ayer a sentar sobre la mesa al Patronato de la Alhambra y al Ayuntamiento de Granada. El objetivo de ambas corporaciones es el mismo: reducir la contaminación ambiental que daña al conjunto monumental y diversificar los accesos apostando de forma clara por la subida peatonal. La forma de lograrlo es lo que difiere.

Por el momento, el Ayuntamiento ha rechazado de plano al propuesta que lanzó la Alhambra de que la Cuesta Gomérez fuese sólo de un sólo sentido. La respuesta municipal fue contundente: restringir el transporte público de autobuses por el acceso costaría al Ayuntamiento 1.200.000 euros al año. Dejarlo en un sólo sentido, 600.000. La posibilidad, que ha sido estudiada por el área de Movilidad, no es viable económicamente ni para el Ayuntamiento ni para la empresa, ya que los recorridos alternativos suponen más kilometraje pero no más pasajeros, por lo que las rutas propuestas no se compensan la inversión con los beneficios.

Pero el Ayuntamiento no ha ido de vacío a la reunión con la directora del Patronato, María del Mar Villafranca, y le ha llevado un paquete de medidas a corto y medio plazo que podrían ser los pasos previos a un acuerdo definitivo en torno a la tan traída y llevada accesibilidad a la Alhambra.

La primera medida es la posibilidad de eliminar una de las tres líneas que llegan al monumento por Cuesta Gomérez, en concreto, la 34 que realiza el recorrido Sacromonte-Barranco del Abogado. El concejal de Movilidad, José Manuel García Nieto, explica que aunque la propuesta supone un encarecimiento para el Ayuntamiento debido a que el recorrido se ampliaría a la zona del Realejo-Barranco del Abogado, podría ser una de las opciones que redujera los gases contaminantes a la zona. Al respecto, García Nieto reclamó al Patronato que actualizara el estudio de contaminación acústica y ambiental de tráfico que tienen en su poder, ya que "es antiguo" y no se adapta a los nuevos autobuses que hay en circulación. "Los vehículos que suben a la Alhambra cumplen la normativa Euro 5 y, prácticamente, generan una contaminación cero". Pero las restricciones van más allá. Movilidad y el Patronato han visto con 'buenos ojos' el entablar negociaciones con la gremial del taxi para también restringir la subida de automóviles. "La idea es que Gomérez se convierta en un acceso más y no concentre tal cantidad de vehículos. En sentido, los primeros que deben dar ejemplo los servicios públicos", añadió María de Mar Villafranca.

La iniciativa, que está por aprobar, pretende que sólo suban al monumento un cupo determinado de taxis y que, además, tendrían que cumplir una serie de requisitos (como tener filtros no contaminantes, por ejemplo). Para controlar que sólo suban los vehículos autorizados, el Ayuntamiento mantiene la idea de contar con el sistema de videovigilancia que ya había anunciado.

La última propuesta de Movilidad pudieron probarla in situ. Ambos responsables subieron a los llamados autobuses microeléctricos. "Son la última novedad en el mercado y ya funcionan en Madrid", apunta el concejal. Los vehículos funcionan a través de baterías específicas y son los más compatibles con el respeto ambiental. Eso sí, son extremadamente caros y para hacerse con una flota que sirva a los visitantes de la Alhambra, tanto Patronato como Ayuntamiento tendrían que aportar una importante suma de dinero.

Será en septiembre cuando la directora del Patronato y el concejal de Movilidad vuelvan a encontrarse. El Ayuntamiento presentará el informe de estas propuestas y el Patronato los estudios de viabilidad necesarios para la mejor preservación del monumento en convivencia con el transporte público. La combinación de ambos intereses deberá decidirse antes de que la Puerta de las Granada se inaugure y deje abierta la posibilidad de la entrar a la Alhambra por ella.