La Alhambra luce ya restauradas las cubiertas de los Baños de Comares

La Alhambra ha finalizado la primera fase de la restauración de las cubiertas del Baño Real del Palacio de Comares, el único medieval islámico que se ha conservado casi íntegro en Occidente. Sólo el Palacio de Topkapi, en Turquía, posee un valor similar al de este hamman. Además, la compleja intervención, ha permitido ahondar en los usos de este singular espacio, poniendo al descubierto técnicas artesanales medievales en los techos abovedados, tras sacar a la luz los detalles decorativos y los revestimientos de cal originales que recubrían exteriormente este espacio, desconocidos hasta la fecha. La actuación también ha hecho posible el hallazgo de huellas que indican la existencia de puertas que aislaban unas salas de otras y que serán investigadas en el futuro.

Fue un problema de filtraciones y humedades lo que llevó al Patronato de la Alhambra y Generalife a acometer este proceso de restauración urgente en las bóvedas y paramentos interiores de los baños, que se ha prolongado dos años en una primera fase de intervención, presentada ayer por el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez.

La restauración, presupuestada en 1,16 millones de euros, ha consistido en un sistema de cobertura y el revestimiento interior, a excepción de los zócalos, tal y como explicó ayer el responsable de la misma, el arquitecto Pedro Salmerón.

También se ha recuperado la ventilación natural de este espacio a través de las lucernas y se han acometido otras tareas como la eliminación de morteros inadecuados o la reinstalación del sistema de iluminación ambiental exterior, junto a una nueva dotación de canales y bajantes en el entorno inmediato de la cubierta del baño.

Para completar el trabajo se ha llevado a cabo un minucioso proceso de documentación sobre el baño que ha incluido el análisis de materiales y productos de alteración que se utilizaron en épocas anteriores, así como un estudio cromático del Baño Real, teniendo en cuenta los factores de iluminación a lo largo del día.

Las cubiertas del Baño de Comares están formadas con bóvedas de fábrica de ladrillo, revestidas interiormente con un mortero coloreado (originalmente de cal), intervenido a lo largo del tiempo. Estas bóvedas tienen unas lucernas de cerámica cerradas por óculos de vidrio de ejecución reciente debido a reparaciones y reposiciones sucesivas.

En lo que respecta a su cronología, las cámaras abovedadas se atribuyen al periodo correspondiente a Ismail I (1314-1325), mientras que la Sala de Reposo, también conocida como de las Camas, se enmarca en el reinado de Yusuf I (1333-1354).

Al baño se accedía por el Patio de Arrayanes atravesando la puerta que aún se conserva, mientras que la entrada a la caldera se hacía de forma independiente.

La luz, dominante en todos los rincones, aporta una versatilidad en la ambientación de este baño que le confieren una apariencia mágica al colorido espacio, tal y como destacó Salmerón.

A esta primera intervención le seguirá una segunda fase que se centrará en el hipocausto, la caldera y la leñera del baño, además de en el tratamiento de los paramentos, azulejos y yeserías y que se prevé durará al menos otros dos años, según el director del Patronato, Reynaldo Fernández Manzano.

Toda la información generada y los resultados obtenidos, sumados a las investigaciones documentales, "han supuesto un apoyo científico para la toma de decisiones a lo largo de la intervención. Pero, además, la información generada formará parte de las fuentes documentales disponibles para el conocimiento del espacio objeto de intervención en el futuro", señaló Fernández Manzano.

El consejero andaluz de Cultura subrayó el equilibrio entre la investigación, conservación y sostenibilidad que prima en la gestión de la Alhambra, considerado el "buque insignia del patrimonio de Andalucía". Para el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, espacios como éste refuerzan el reclamo e interés histórico del monumento nazarí.