El 'veranillo' con el que Granada ha comenzado 2024, con temperaturas típicas de primavera y no invierno, parece dejar claro la tendencia al alza del mercurio y cómo el estío es cada vez más prematuro, una combinación que no vaticina buenas nuevas para cuando, finalmente, lleguen los meses de verano. Así, de acuerdo a la Secretaría General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático de la Junta, gran parte de la provincia, y Andalucía, se enfrentan a un elevado número de noches fuera del "confort climático", es decir, por encima de los 25 grados, con la excepción, como era de esperar, de las zonas de la Alpujarra y, en menor medida, la Costa. 

De esta forma, según el Estudio de confort climático en invierno y verano de los municipios andaluces elaborado por dicha Secretaría, y consultado por este periódico, de los 174 municipios que conforman la provincia, tan solo dos disfrutan de casi dos meses de los tres que dura el verano (de junio a agosto según el estudio) con noches que se pueden considerar frescas. Se trata de Capileira y Trevélez, ambos en la Alpujarra y que tienen tan solo 42 noches por encima de los 25 grados en verano, o lo que es lo mismo, aproximadamente la mitad del verano con noches en esta situación (46,6%).

El caso de estos dos municipios, beneficiados sin duda por su cercanía a Sierra Nevada, resalta más puesta en el contexto andaluz. Pues en toda la comunidad autónoma solo hay otro municipio que pueda presumir de un verano, en conjunto, más fresco, Tarifa, en la costa gaditana, con solo 27 noches fuera del confort climático.

La temperatura en Capileira y Trévelez es excepcional, pero no es un caso aislado. De esta forma, el estudio ubica una docena de municipios que cuentan solo con unas 50 noches con más de 25 grados, y que por tanto, pueden disfrutar de un verano relativamente fresco. La mayoría de ellos se encuentran, de nuevo, enmarcados en La Alpujarra granadina, como es el caso de Bérchules (50 noches), Soportújar (56) o Pampaneira (57), aunque también es posible encontrar municipios costeros como Lentegí o Molvízar, con 51 y 52 noches donde el mercurio deja atrás los 25 grados de junio a agosto. En esta zona, principalmente centrada, de nuevo, en la Costa y la Alpujarra, el porcentaje de noches tórridas en verano (aquellas que escapan del confort térmico) se sitúa entre el 55 y el 63% aproximadamente. 

Junto a la sierra, el mar es el otro gran refrigerador de Granada. Si una zona costera como Tarifa es la que presenta menos noches cálidas en verano, la situación en las Costa Tropical no es muy diferente. Así, la mayor parte de los municipios enclavados en esta comarca suelen rondar las 55 noches por encima de los 25 grados a lo largo del verano.

De esta forma, zonas como Motril o Salobreña, las zonas más pobladas de la Costa e imanes a la hora de atraer turistas en la época de vacaciones, alcanzan porcentajes de aproximadamente el 58% de noches tórridas entre junio y agosto, cifras similares a las que ofrecen, por ejemplo,  Torrenueva o Almuñécar.

Como se puede leer en el estudio de la Junta de Andalucía, “las temperaturas nocturnas iguales o superiores a 25 grados provocan un acusado estrés térmico si no se dispone de aire acondicionado, con efectos negativos en la salud humana”. La repercusión del calor está registrada en una multitud de estudios epidemiológicos, que abundan en la gravedad que se produce durante las olas de calor, cada más abundantes en Andalucía.

El calor nocturno, continúa el texto, "puede provocar alteración o privación del sueño debido a los procesos necesarios de termorregulación. El motivo es que, para entrar en la fase de sueño profundo, el cuerpo necesita bajar el pulso, pero no puede hacerlo porque [el organismo] está trabajando para bajar la temperatura”. Como consecuencia "superar la temperatura de confort climático no sólo puede provocar la pérdida de sueño sino también problemas de salud, como dolores de cabeza, fatiga, pérdida de rendimiento o incluso un incremento de la mortandad a causa de problemas respiratorios o cardiacos”. 

Un vecino saca las plantas en un calle de Capileira.

En esta situación se encuentra principalmente la Vega, pues los diez municipios con mayor número de noches tórridas se encuentran en esta comarca. Dentro de este grupo se encontraría, por ejemplo Vegas del Genil, Valderrubio, Santa Fe, Atarfe o Albolote, con más de 80 noches en tres meses (un 81% aproximadamente) donde los 25 grados se superan ampliamente. 

De hecho, son pocos los municipios de la Vega que se encuentran fuera del 70% de noches tórridas entre junio y agosto. De las pocas excepciones sería Dílar, con 63 noches, y Güejar Sierra, con 53. No habiendo ningún caso que se pueda incluir dentro del grupo de poblaciones frescas, es decir, con menos del 60% de noches dentro de ese confort térmico. La capital, aunque no se encuentra en los puestos más altos, sí que está en una situación preocupante, pues a lo largo del verano, solo tiene diez noches que bajen de los 25 grados. 

Aunque la Alpujarra es el refugio térmico frente al verano, lo cierto es que, en términos generales, Granada apenas tiene noches de verano que puedan considerarse como frescas. Al ser la Vega una de las comarcas con más municipios y, al mismo tiempo, contar estos con un mayor porcentaje de noches fuera del confort térmico, el resultado de la sumatoria es más que obvio: la provincia de Granada tiene una media de 73 noches aproximadamente por encima de los 25 grados en junio, julio y agosto, lo que supone que más del 80% del verano granadino está en una situación que de acuerdo a las análisis elaborado por la Junta de Andalucía, sería perjudicial para la salud de los granadinos.