Alta cocina con sabor de siempre

Alta cocina con sabor de siempre
Alta cocina con sabor de siempre
Brígida Gallego-Coín Granada

21 de febrero 2015 - 01:00

DAMASQUEROS

Damasqueros comenzó como la mayoría de los restaurantes, ofreciendo carta de platos. Pero cuando los clientes que volvían una y otra vez comenzaron a decir a la dueña: "Lola, nosotros queremos comer lo que tú nos pongas", esta granadina que estudió cocina en San Sebastián y se ha formado con prestigiosos maestros (Berasategui, Subijana, Toñi Vicente) decidió hacerles caso y ofrecer un menú degustación que cambia cada semana. Efectivamente, a Damasqueros se va a comer lo que Lola Marín Huete quiere. Porque Lola no defrauda. Tampoco Santiago Cara, sumiller del restaurante. Entre los dos te envuelven con la exquisitez de la alta cocina hecha con ingredientes tradicionales. A partir de ahí sólo hay que dejarse llevar por el menú degustación que proponen. Cambia cada viernes y está compuesto por entrantes, dos platos principales y un postre. Si alguien tiene alergia a alguno de los alimentos, es vegetariano o cualquier otra particularidad sólo tiene que advertirlo. El restaurante le ofrecerá alternativas igualmente deliciosas.

Volviendo al menú degustación, hay dos maneras de tomarlo, con maridaje o sin él. La diferencia de precio es poca para la emoción que proporciona tomarlo maridado. Mientras Lola está en los fogones al frente de su equipo, Santiago se encarga de explicar los platos y ofrecer el vino que potenciará el sabor de cada uno. Vinos originalísimos de la zona de Guadix, de Huelva, castellanos... incluso uno hecho con uvas que sólo crecen en Sierra Nevada. Toda una labor de investigación encontrarlos. Alta cocina con sabor a Andalucía.

El ritual de comer en Damasqueros comienza degustando un aceite de Acula que transporta con su sabor al silencio y la paz de la comarca granadina del Temple. Después, asistimos a un verdadero baile de platos y vinos. Los que voy a citar corresponden al menú que yo tomé, pero cuando ustedes lean estas líneas será otro diferente pues cambia cada viernes. Salmorejo ahumado con requesón de Montefrío y papelito de arroz; ensalada de invierno con boniato y castaña; ravioli con trufa negra; carrillada acompañada de cous cous y burgul. Ahora que estamos a las puertas de la Semana Santa no podía faltar bacalao con panecillo y una finísima crema de limón y naranja. Tampoco el pestiño que hace Lola para acompañar el café. "Cocino desde pequeña y todo me inspira. Un libro, una sensación, de repente un color me da una idea… comer es disfrutar", explica.

Para quien le apetezca descubrir sabores de siempre tamizados por el siglo XXI, Damasqueros es perfecto. Su ubicación, medio escondido en la calle Damasqueros del Realejo, lo convierte en un discreto remanso de paz donde relajarse entre manteles de lino, orquídeas y velas que nos regalan sus destellos en preciosos faroles que podrían haber adornado cualquier casa granadina de esta misma calle hace cinco siglos.

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