Memoria Histórica

Alumnos de un colegio de Granada leen cartas de despedida que escribieron republicanos represaliados

  • La Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación ha reactivado las visitas guiadas a la tapia del cementerio para homenajear a las víctimas del franquismo

Imagen de archivo de una visita a las tapias del Cementerio de Granada

Imagen de archivo de una visita a las tapias del Cementerio de Granada / G. H.

Un grupo de estudiantes de un centro de Granada ha leído cartas de despedida escritas por presos republicanos antes de ser fusilados, un homenaje a los represaliados ante la tapia del cementerio de San José, declarado Lugar de Memoria Histórica por la Junta.

La Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación ha reactivado las visitas guiadas a la tapia del cementerio para homenajear a las víctimas del franquismo y lo ha hecho con un grupo de estudiantes del IES Severo Ochoa de Granada capital.

Los estudiantes, acompañados por su profesora de Historia, Ana Álvarez, han conocido la lucha del movimiento memorialista granadino para conseguir que la tapia del cementerio fuera declarada Lugar de Memoria, un logro que se materializó en octubre de 2012.

Los jóvenes pudieron ver los impactos de bala que se conservan en aquel muro en el que fueron fusiladas más de 4.000 personas entre 1936 y 1956, según los datos aportados por la asociación memorialista.

"Es necesario que esta barbarie no se olvide para hacer justicia a las víctimas y para que no se repita nunca más", ha apuntado en el acto el portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, Francisco Vigueras.

El momento principal del homenaje ha estado protagonizado por los estudiantes, que han leído algunas de las cartas de despedida escritas por los represaliados antes de ser fusilados. Entre esos textos han estado las misivas del que fue alcalde de Granada Luis Fajardo Fernández, del pediatra Rafael García Duarte, y otros presos republicanos que escribieron desde la cárcel a familiares y amigos.

El que fue alcalde de Granada en 1936 escribió a su esposa, hijos y hermanos "ante la perenne eventualidad de mi fusilamiento" y les pidió que tuvieran la seguridad "de que mi último recuerdo será para vosotros". Los estudiantes han repasado además la lista de los represaliados y han dejado un ramo de flores como señal de ofrenda.

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