Los que consulten con asiduidad la página web de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) observarán que en las predicciones del tiempo se incluyen, entre variables como la temperatura o las posibilidades de lluvia, un apartado para reseñar el índice ultravioleta (IUV). Este se indica con un número que va acompañado de un color.

El IUV solar mundial es una medida de la intensidad de la radiación UV solar en la superficie terrestre. El índice se expresa con un valor superior a cero y cuanto más alto, mayor es la probabilidad de lesiones cutáneas y oculares y menos tardan en producirse estas lesiones.

Así se divide en una tabla de categorías que clasifica a las medidas iguales o inferiores a dos como bajas y las asocia al color verde. Entre 3 y 5 como moderadas, representadas por el color amarillo. Entre 6 y 7, cuando ya se considera una radiación alta, se vincula al naranja. Cuando es muy alta,en  un intervalo entre 8 y 10, se pasa al nivel rojo. Y superiores a 11, catalogadas ya como extremadamente altas, se relacionan con el color morado.

Esas medidas dependen de varios factores pero en líneas generales, cuanto más alto esté el sol en el cielo más intensa es la radiación UV. Por eso la radiación varía según la hora del día y la época del año. Fuera de las zonas tropicales, las mayores intensidades de radiación UV se producen en las horas centrales del día y los meses de verano.

Pero ese no es el único criterio a tener en cuenta. José María Sánchez-Laulhé Ollero, delegación territorial de AEMET en Andalucía, Ceuta y Melilla, señala que hay otros factores que inciden como puede ser el nivel de ozono, porque absorbe parte de la radiación. También depende de la altitud, la nubosidad, la latitud y la reflexión del suelo.

La guía práctica Índice UV solar mundial –que realizan de forma conjunta la Organización Mundial de la Salud, la Organización Meteorológica Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Comisión Internacional de la Radiación no Ionizante– señala que esta medida es útil porque “existe una fuerte asociación entre el pronunciado incremento de la incidencia de cánceres de piel en poblaciones de piel clara de todo el mundo y la exposición excesiva a la radiación UV solar”.

El dermatólogo Francisco Navarro, del Hospital Universitario San Cecilio, explica que “todo depende del fototipo de piel” pero incluso en los niveles moderados hay que tomar precauciones: “A partir de IUV tres ya hay que usar fotoprotectores”.

Eso supone que en Andalucía, prácticamente en todas las épocas del año hay que usar cremas protectoras. Sánchez-Laulhé indica que según el calendario meteorológico de los últimos años, en una ciudad con la altitud de Granada, la medida más baja registrada en el curso en el año 2016-2017 (o año agrícola, de septiembre a agosto), fue en el mes de diciembre, 2,6; mientras que las más altas se registraron en mayo 10,9 y julio, 10,8.

Aunque en las regiones costeras suele ser algo inferior, el registro también es muy alto. Por ejemplo, en Málaga el índice más bajo que se registró en ese mismo periodo fue en enero, 2,6; y el más alto, en julio, 9,6.

Y esa medida, con ligeras variaciones según la nubosidad y el ozono, se mantuvo en el curso 2017-2018: 2,6 en diciembre y 10,7 en julio como valores mínimos y máximos registrados.

Pero las cremas de alta protección no son la panacea. El dermatólogo Francisco Navarro recomienda evitar exponerse al sol las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 18:00 horas. “Yo siempre digo en la consulta que las horas de la comida y la siesta son para eso, no para ir playa y piscina”.

Pero eso no es sólo una viso a bañistas, también a deportistas, sobre todo ciclistas y a corredores, que han proliferado mucho en los últimos años. Aún así, el grupo de más riesgo siempre son los niños porque los efectos de una quemadura a edades tempranas son mucho más nocivos y aumenta el riesgo de cáncer de piel en la etapa adulta.

El dermatólogo también recuerda que las cremas tiene una vida media de dos horas por lo que hay que repetir su aplicación. Recomienda también protegerse con gorra y gafas de sol y reforzar el efecto de las pastillas con fotoprotectores orales que se pueden adquirir en cualquier farmacia.