Estudiar en la Universidad de Granada

Ansiedad y estrés, así afecta a los estudiantes de la Universidad de Granada la crisis del Covid-19

  • Una encuesta realizada desde la Delegación de Estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y Telecomunicación analiza la "situación personal" de los matriculados

  • La UGR ha puesto en marcha su propio cuestionario para análisis "interno"

  • En el Gabinete Psicológico han atendido en estas semanas a unas 150 personas

Imagen de archivo de estudiantes en la Biblioteca del Hospital Real.

Imagen de archivo de estudiantes en la Biblioteca del Hospital Real.

Estrés, ansiedad, miedo, problemas para conciliar el sueño. Los estudiantes, como el resto de la sociedad, han sufrido los efectos del confinamiento. Su impacto en el día a día universitario ha sido evidente desde el momento en el que se decidió suspender la docencia presencial.

La Delegación de Estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y de Telecomunicación (ETSIIT) de la Universidad de Granada (UGR) ha realizado su propia encuesta para ver cómo les ha afectado el confinamiento. La institución, por su parte, desarrolla su propio cuestionario entre los matriculados para conocer "la gravedad de los problemas a los que se enfrentan los estudiantes" en estas semanas de confinamiento, indica la Oficina de Gestión de la Comunicación.

En el informe realizado por los estudiantes de la ETSIIT (realizada a partir de 748 respuestas recogidas del 21 al 23 de abril) se deduce que "un 81 % de los estudiantes indican que han sufrido algún tipo de estrés derivado de la situación actual y la carga de trabajo que poseen. Además, un 43 % afirma haber sufrido algún episodio de ansiedad durante el periodo de aislamiento", unos datos que la Delegación considera "alarmantes".

Tanto la Clínica Psicológica como el Gabinete Psicopedagógico continúan con la atención de forma virtual

Además, "un 79% de los encuestados sienten que, por mucho tiempo que dediquen a una asignatura en particular, éste esfuerzo no es suficiente. Asimismo, un 79% afirma que su productividad se ha visto reducida desde que comenzó la cuarentena". Las clases presenciales se suspendieron el 16 de marzo y el 2 de abril se comunicó que no se retomaría la actividad docente en las aulas de la UGR en lo que queda de curso, una situación que afecta a 53.000 estudiantes de grado y posgrado y unos 3.500 docentes.

La Universidad de Granada ha difundido su propio cuestionario sobre la situación de los estudiantes en estas semanas. En éste se pregunta a los matriculados en la UGR "por la gravedad de los problemas a los que se enfrentan los estudiantes derivados de las restricciones de movimiento, el desarrollo del curso y la evaluación por vías no presenciales,  problemas de dotación de equipamiento, espacios de trabajo, conexión, etc.", además de "problemas de salud propios y de familiares y personas con las que conviven", según especificaron desde la Universidad. Esta encuesta no hará públicos sus resultados, previsiblemente, por cuanto que "se tiene más como una herramienta interna y dinámica (no está programada con una fecha de cierre, sino con una herramienta dinámica que nos vaya dando el estado general de la situación en cada momento)", indican las mismas fuentes.

La comunidad universitaria cuenta con los recursos de la Clínica Psicológica y el Gabinete Psicopedagógico, que en estas semanas han mantenido la actividad pese al confinamiento, que de hecho ha sido notable. Unas 150 personas han demandado los servicios de estos recursos de la UGR. Antonio Fernández, de la Clínica, señala que a través de medios telemáticos se ha podido atender nuevos casos y reanudar algunos tratamientos. La mayoría de atenciones han sido a estudiantes, que han sufrido ansiedad, tristeza, problemas para conciliar el sueño y para concentrarse, lo que "probablemente afecta a su rendimiento". "Este tipo de respuesta emocional -señala Fernández- posiblemente tiene que ver con el confinamiento y el aislamiento, con la soledad" que han vivido algunos estudiantes, a los que el confinamiento les pilló en sus pisos de alquiler, lejos de sus familias. Esas situaciones personales han podido minar su estado de ánimo "más que la enseñanza on line, que existe desde hace tiempo y no está asociada a problemas psicológicos", apunta. Además de la soledad, quienes han recurrido a la Clínica Psicológica de la UGR han manifestado "miedo" al contagio. 

Antonio Fernández asevera, por otro lado, que "el sufrimiento no es una patología" y que situaciones como las que se han vivido estas semanas "hay que pasarlo de manera natural". "Si desaparece con el tiempo -la ansiedad, el miedo- será una experiencia de la vida". Si se enquista en el tiempo y afecta al día a día, sí se debe tratar. Así, desde la Clínica Psicológica apuntan a que será el año que viene cuando se conozcan los efectos del confinamiento y la crisis del Covid en la comunidad universitaria.

Desde el Gabinete Psicopedagógico, Sagrario López, reconoce que "al día veo a muchísimas personas". Unas 150 personasen en estas semanas. Este servicio de la Universidad, dependiente del Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad, atiende la demanda de pautas para preparar los exámenes, cómo hacerlos con sistemas que obligan a afrontar las pruebas en un tiempo muy escaso y sin posibilidad de volver atrás... Los estudiantes llevan encima "ansiedad, problemas para dormir, miedo al contagio", enumera la psicóloga, que apostilla que en algunos casos la situación se ha visto agravada, como es el caso de los erasmus que se han visto obligado a quedarse en sus países de destino: Italia, Armenia, Portugal...

Desde el Gabinete se les dan pautas para "trabajar esos pensamientos negativos". "Les insisto en técnicas para aprender a vivir el momento" que puedan aplicar a su día a día, a las rutinas cotidianas, como el aseo. "Concentrarse en el olor del gel, en la sensación de ducharte...". Todo con un fin: "Recuerda que si mi cabeza se va cien veces, me la traigo ciento una".

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