Granada

La falla de Averroes tiene la capacidad de generar un tsunami que afectaría a la costa de Granada

  • Se pensaba que la grieta no tenía la capacidad suficiente de propiciar terremotos, pero un reciente estudio demuestra que puede causar temblores que propiciarían grandes olas en el litoral mediterráneo

Gráfico en el que se detalla el riesgo de tsunami

Gráfico en el que se detalla el riesgo de tsunami / Departamento de infografía

Tsunami en Granada. Una escena de película en la mente de todos cuyas razones podríamos comprender hoy más fácilmente gracias a la investigación. El mayor problema es que difícilmente se podría actuar debido a las características específicas del litoral mediterráneo: los granadinos tendrían sólo 15 minutos para abandonar la playa y ponerse a salvo.

La falla de Averroes podría ser la culpable de este suceso, una grieta de 38 kilómetros en el Mar Mediterráneo que hasta ahora se consideraba inofensiva, pero que en un estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en la prestigiosa revista  Scientific Reportsse ha demostrado reúne las características para la generación de este fenómeno, puesto que tiene la capacidad de causar maremotos de grado 7. Para conocer el alcance de este hallazgo y los avances sobre la investigación en la materia, Granada Hoy se ha puesto en contacto con el investigador del CSIC, Ferran Estrada, del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y coordinador del estudio en cuestión.

"Conocíamos la falla por otro artículo que publicamos previamente y hemos analizado Averroes con la intención de comprobar si podía generar tsunamis, como objetivo principal”, explica el investigador. La falla, localizada cerca de la isla de Alborán, es de tipo transcurrente, que generalmente no se asocian a terremotos porque desplazan el fondo lateralmente, cuando para que se genere un maremoto se debe desplazar verticalmente, sin embargo y aunque no había indicios de que la falla fuera tsunami génica, pero todo cambió cuando los investigadores registraron un movimiento vertical.

Estrada repasa que “hay indicios históricos de tsunamis, en Andalucía sobre todo, por lo que decidimos analizar el origen de esto y la sorpresa llegó al descubrir que la falla de Averroes tenía una capacidad mayor para causar un maremoto, los resultados nos sorprendieron bastante”.

Tras el hallazgo se realizó una modelización coordinada con un equipo de la Universidad de Málaga y se vio que “como el mar de Alborán es pequeño, la velocidad a la que se propagan las olas sería muy alta, en 15 minutos el frente de olas llegaría al litoral”.

“Por la orientación de la falla, y la propagación del tsunami, uno de los ramales, que va hacia el nordeste es el que más afectaría a la costa de Granada, en la zona de Motril y la Rábita”, esa es la conclusión. “La cara oeste de Motril quedaría protegida por su forma de saliente y las zonas afectadas son relativamente llanas”, por tanto, lo que más debería preocupar a los granadinos son los cultivos cercanos a la costa, pero sobre todo, los bañistas que se encontraran en ese momento en la orilla: “Lo que más preocupa es la ocupación de las playas y la forma de las calas, que al tener forma de anfiteatro, las olas rebotan y chocan con otras olas, a veces se restan y a veces se suman”, explica Estrada.

Mapa de peligrosidad sísmica Mapa de peligrosidad sísmica

Mapa de peligrosidad sísmica / Departamento de infografía

El impacto no sería tan fuerte como en la costa almeriense, pero en la Rábita las olas llegarían a los tres metros de altura, con un tiempo de llegada muy rápido”, especifica Estrada que insiste en que “no sabemos determinar con suficiente resolución cuándo puede suceder, de momento eso se escapa de la ciencia, la cuestión es que puede pasar y, por registros históricos, el último maremoto que afectó a estas zonas fue en el 365”. 

El movimiento de esta falla, que podría causar terremotos en la costa, no constituiría un problema para la estructura de las viviendas cercanas al mar, el problema sería el impacto de las olas. El investigador incide en que el mayor problema es “el corto tiempo que tardaría en llegar, España no está preparada como Japón para protegerse de las olas, aunque no es una zona tan tsunami génica, el problema es el tiempo debido a la cercanía de la falla con la costa”.

Estrada cuenta que “llevamos años investigando allí y seguiremos haciéndolo, porque es de las zonas más activas de la península”.

Respecto a los terremotos constantes en la Vega de Granada y su posible repercusión en las fallas marítimas, Estrada explica que “todo se debe al empuje del continente africano, en medio está el mar de Alborán y en al norte las cordilleras Béticas, todo está conectado, pero un terremoto en el interior de Granada no necesariamente implica que pueda causar un tsunami en el mar de Alborán”. 

“Tenemos a nuestro favor que, al sucederse tantos terremotos, como en el mar de Alborán, es mejor que se den muchos pequeños terremotos que liberan la energía, porque tener uno grande es mucho más peligroso, en el mar de Alborán sucede eso, aunque de vez en cuando se ha registrado alguno importante”, explica el investigador del CSIC.

Como medida preventiva a corto plazo, Estrada recomienda la colocación de carteles en las playas que puedan ser afectadas para que los bañistas reaccionen y acudan a zonas altas en el interior en caso de que el mar se retire.

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