Patrimonio

El Arzobispado apuesta por combinar el uso religioso y cultural con el hotelero en la Abadía del Sacromonte

Imagen aérea de la Abadía del Sacromonte, con el colegio nuevo al fondo.

Imagen aérea de la Abadía del Sacromonte, con el colegio nuevo al fondo. / G. H.

El Arzobispado de Granada tiene un vasto patrimonio cultural y arquitectónico que hay que mantener y legar al resto de generaciones. Un trabajo para el que se requieren importantes fondos y al que se destinan también recursos públicos en la apuesta por la Cultura. Pero hay proyectos que por su magnitud o estado son más costosos y hay que buscar también la parte rentable. Restaurar pero ver también que genere luego beneficios para mantenerlo.

Un ejemplo es la Abadía del Sacromonte. Hace unos meses se presentó su última restauración, con cargo al Plan Alhambra (financiado por la Junta de Andalucía), por la que luce como nuevas sus fachadas. Pero queda mucho por hacer a nivel restauración y sobre todo a nivel contenido y oferta turística y cultural. Hay que hacerlo un espacio más atractivo para las visitas aprovechando su historia, sus fondos y su entorno. 

Para ello ya tiene una idea el Arzobispado de Granada, que apuesta por combinar el uso religioso con el cultural y, como novedad, el hotelero. ¿El ejemplo? Las Edades del Hombre de Valladolid, que tiene la finalidad de conservación, investigación y difusión del patrimonio religioso de Castilla y León.

Ambos proyectos tienen sus semejanzas pero el uso hotelero es el que falta por añadir en Granada. Y no como se ha proyectado en otras ocasiones como hospedería o casa de retiro, sino como hotel de 5 estrellas para atraer turismo de lujo.

Importar este modelo supondría contar en la Abadía con un espacio referente en cultura, con actividad religiosa pero como novedad incluir el uso hotelero en sus espacios. Para ello se tendría que restaurar la parte del colegio nuevo que se quemó en 2020 (lo que queda por arreglar de todo el complejo) pero permitiría ofrecer una oferta única, alojamiento de cinco estrellas, de calidad y en un entorno incomparable para quien busque relajación, vistas y una experiencia diferente. Algo que cada vez está más de moda para determinados sectores que buscan un retiro casi espiritual para eliminar estrés o descansar de la presión laboral.

Una de las fachadas de la Abadía. Una de las fachadas de la Abadía.

Una de las fachadas de la Abadía. / G. H.

El arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, fue precisamente presidente de la Fundación Las Edades del Hombre cuando era obispo de Ávila, desde 2019 hasta que vino a Granada, por lo que conoce bien el proyecto que baraja copiar. Esa fundación nació en 1988 y hoy en día es el proyecto cultural más emblemático y con más proyección de Castilla y León y uno de los más importantes del país. En estas más de tres décadas de trayectoria, las exposiciones de la Fundación han recibido a 12 millones de visitantes y han expuesto más de 5.000 obras de arte, de las que se han restaurado aproximadamente el 30% de las mismas en el Centro de Conservación y Restauración del Monasterio de Santa María de Valbuena, sede de la institución. En su web se define Las Edades del Hombre como "más que un movimiento expositivo". "Constituye, probablemente, uno de los primeros exponentes en demostrar cómo el patrimonio cultural puede cumplir una doble función complementaria: ser un factor de reforzamiento social y cultural, a la vez que una fuente generadora de riqueza".

Su sede desde 2002 está en el Monasterio de Santa María de Valbuena, un monasterio cisterciense ubicado en plena ribera del río Duero en la localidad vallisoletana de San Bernardo y rodeada de centenarios viñedos. La construcción fue fundada en el año 1143 por doña Estefanía de Armengol, hija del V Conde de Urgel y nieta del Conde Pedro Ansúrez y constituye, a juicio de los expertos, uno de los conjuntos cistercienses de origen medieval mejor conservados de todo el continente europeo.

Tras ser restaurado, el monasterio cuenta con importantes espacios visitables como iglesia, claustro, refectorio, la sala de trabajos o la cocina. Espacios que se han abierto a las visitas turísticas. Pero además alberga un centro de conservación y restauración, salas de museo y proyectos educativos para acercar el arte a los colegios. También tiene biblioteca con publicaciones propias y el proyecto ERA, que persigue encontrar una salida adecuada para aquellos edificios o conjuntos religiosos que actualmente o en un futuro no tienen uso propio.

Este proyecto ERA sería muy interesante también en Granada, donde hay incluso templos que no tienen uso y necesitan rehabilitación y donde la situación especial de los conventos, con cada vez menos integrantes y abocados al cierre, es significativa con operaciones urbanísticas interesantes y una normativa local que los ha blindado frente a proyectos turísticos.

Hotel en un monasterio histórico

Y precisamente a ese monasterio vallisoletano se le ha dado el otro uso en el que se mira Granada, el hotelero. Alberga en su interior el Hotel Monasterio de Valbuena, un hotel de 5 estrellas con 79 habitaciones (25 superiores, 22 deluxe, 30 junior suites y 2 suites especiales) y 18.000 metros cuadrados construidos. Además, tiene un spa termal con las aguas que ya utilizaban los monjes y una selección de espacios en los que poder degustar la mejor gastronomía local con restaurante, bodega, gastrobar y terraza de verano. Ofrece experiencias con el entorno a nivel de historia y cultura o paseos por la naturaleza.

Habitación en el Monasterio de Valbuena. Habitación en el Monasterio de Valbuena.

Habitación en el Monasterio de Valbuena. / castilla termal

Semejanzas y diferencias con la Abadía

¿Y por qué no algo así en la Abadía del Sacromonte? Mantener el uso religioso de la iglesia, fomentar las visitas culturales con la colección que alberga y los recorridos por el claustro o las cuevas y adaptar como gran intervención pendiente en la zona del colegio nuevo a hotel. Eso permitiría conseguir ingresos, garantizar la sostenibilidad de la Abadía, de su mantenimiento y el personal vinculado a ella. Eso en un paraje único que ofrece también rutas por el Sacromonte, por los montes del cerro de San Miguel o el Valle del Darro, además de vistas únicas a la Alhambra y la ciudad. 

Ya hay muchas similitudes con la fundación castellana. La primera en el edificio histórico y el entorno. El edificio es un complejo histórico y único del siglo XVII con un claustro como elemento destacado, la iglesia, las cuevas y la historia de haber albergado uno de los primeros colegios privados de Europa hasta 1975. Hoy en día la Abadía funciona como residencia de sacerdotes y es la parroquia del barrio. Allí se peregrina cada 2 de febrero para San Cecilio y tiene su sede también la cofradía de Los Gitanos, que sale el Miércoles Santo. El entorno natural también es único, en el Sacromonte, junto al Valle del Darro, con vistas a la Alhambra y rodeado de los montes del cerro de San Miguel. 

Claustro de la Abadía. Claustro de la Abadía.

Claustro de la Abadía. / G. H.

También, como el monasterio de Valladolid, alberga un museo inaugurado en febrero de 2010 ubicado en un lateral del patio, con numerosas obras de arte de los artistas que vivieron en Granada durante los siglos XVI y XVII y al que se le podrían sumar más fondos de la iglesia. Destacan los libros plúmbeos e incluso un Goya. 

Igual que Las Edades del Hombre, ya disponen de una fundación propia, la Fundación Abadía del Sacromonte, que trabaja para la recuperación y mejora del conjunto arquitectónica de la Abadía desde 2016. Ya se han restaurado el Centro de Recepción, la cubierta de la iglesia de san Dionisio, la de la colegiata, el exterior de las cuevas, el patio de la Estrella, el edificio central y las fachadas.

Además de las visitas turísticas al museo o los diferentes espacios, en la actualidad se abre también para eventos con capacidad de 10 a 400 personas para celebrar congresos, reuniones, jornadas, conferencias, rodajes, ferias, cócteles, sesiones de fotos, desfiles de moda o conciertos. Es sede del ciclo flamenco El arte de la Abadía y también dispone de un taller de restauración (de Santa Hildegarda de Bingen) del patrimonio artístico de la iglesia de Granada. Es sede de la Academia de Historia de la Iglesia en Andalucía, además de contar con archivo y biblioteca histórica.

¿Y qué falta? El proyecto hotelero. El Plan director de la Abadía ya incluía su uso como hospedería o casa de retiro del colegio nuevo, pero ese proyecto nunca ha visto la luz ya que en el año 2000 un incendio impidió la reapertura del espacio y desde entonces espera una intervención. Pero en este caso, lo difícil será materializarlo. Para eso haría falta además de conseguir el dinero para la rehabilitación, lograr que se apruebe urbanísticamente. Es un BIC desde 1979 y en el PGOU y avance del nuevo PGOM aparece como monumento de especial protección y señala que el colegio nuevo es el más reciente de los cuerpos edificados, en la última década del siglo XIX.

Con esta apuesta se podrá reactivar un plan para la Abadía que la convierta en centro de turismo y cultura en Granada con una oferta única. El modelo ya está.

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