Granada

'Au pairs' de Granada en tiempos de coronavirus: un confinamiento británico con la sospecha de haber pasado el coronavirus

  • Cristina Urquiza es una granadina que se encuentra de 'au pair' en Up Wood, un pequeño pueblo cerca de Cambridge

  • Relata cómo se vive la crisis sanitaria del Covid-19 desde en Inglaterra

Cristina Urquiza con los pequeños Alaric y Grayson.

Cristina Urquiza con los pequeños Alaric y Grayson. / G. H.

Aprender inglés, conocer otra cultura y, en definitiva, vivir la experiencia de pasar una temporada en el extranjero. Como muchos jóvenes, la granadina Cristina Urquiza, de 27 años y graduada en Magisterio Infantil, decidió lanzarse a la aventura de estar nueve meses en casa de una familia británica -Rowan y Dianna Chattaway y sus hijos Grayson, de tres años y medio, y Alaric, de cinco meses-. Sin embargo, lo que comenzó como una experiencia inolvidable el pasado septiembre de 2019 está llegando a su fin con bastante incertidumbre. ¿Los motivos? La crisis sanitaria por culpa del coronavirus, el cual incluso sospecha que podría haber pasado en Up Wood, un pequeño pueblo de Inglaterra cercano a Cambridge, desde el que esta granadina vive el confinamiento británico pero siguiendo muy de cerca lo que ocurre en su Granada, a la que espera volver, si los vuelos lo permiten, en menos de un mes.

Cuando se decretó el estado de alarma en España, Urquiza seguía con estupor todo lo que estaba ocurriendo en su país mientras que en Inglaterra todo parecía "ajeno a la posibilidad de que llegase el coronavirus". "Cuando aislaron a España, aquí estábamos como si nada. Buscaba en las noticias casos que pudiera haber aquí pero apenas salía nada", relató Cristina Urquiza a Granada Hoy, que indicó que encontrar información acerca del Covid-19 en medios ingleses es bastante complejo.

"Aquella semana, en la academia de idiomas en la que estaba apuntada, nos mandaron una actividad de clase: conseguir un periódico y llevarlo. Cuando nos pusimos a buscar noticias, parecía como que estaba todo censurado. Intentabas buscar información sobre casos que hubiera ya aquí, sobre test y nada", explicó esta granadina. Y es que, tal y como aseguró, "parecía como si estuviese capado todo eso para que aquí la gente no se alarmase. Es cierto que sí se recogen las noticias más importantes, pero sobre todo se le da más atención a lo que está pasando fuera de Inglaterra que a lo de aquí, cuando también estamos aislados. Incluso Rowan me ha llegado a decir que aquí no es para tanto, que lo ha leído en la prensa", asegura.

Sin embargo, el aislamiento británico es mucho más laxo que el español y llegó bastante después. "Allí ya estabais confinados y yo mientras estaba en una barbacoa con un montón de personas", contó Urquiza, que ante ello decidió comenzar a implantar sus propias medidas de prevención. "Al ver que en España ya habían cerrado todo, lo primero que hice fue dejar de ir al gimnasio. No me daba confianza porque allí pasa mucha gente y yo veía que aquí no hacían nada", confesó, tras lo que comenzó a evitar los sitios públicos, antes de que comenzasen a cerrar los establecimientos comerciales o incluso la academia en la que estudiaba.

"Antes de que cerraran aquí los colegios, que fue lo primero que se hizo antes de que ya después se decretase el cierre de comercios a finales de marzo, yo estaba en casa y me llamó el padre de la familia. Me dijo que habían llamado del colegio porque el niño, de tres años y medio, parecía tener los síntomas y me asusté bastante", admitió esta granadina, que cree que en la familia Chattaway podrían haber superado todos el virus, ya sea porque se contagiaron en Inglaterra o durante un viaje a Disney Land París que hicieron a principios de marzo.

"La madre sí que estuvo enferma, pero aquí lo de los test no es como allí y no se lo hicieron. El resto no teníamos síntomas como tal y al niño se le pasaron, pero sí que nos han salido como urticarias o sabañones que, según he leído en la prensa española, podrían ser manifestaciones del virus en personas asintomáticas", indica Urquiza.

"Mis padres me decían que me volviese", explicó, pero finalmente hizo un balance de la situación y decidió quedarse, al menos hasta mayo: "Me senté con la familia, hablamos de la situación e hicimos una especie de balance y, dadas las circunstancias, lo mejor era quedarme.Ellos siempre tratan de resguardarme, incluso si necesito comprar algo van ellos. Aquí al menos se puede salir una hora a hacer deporte o dar un paseo, aunque lo cierto es que no entiendo bien el control. Es cierto que el primer ministro Boris Johnson envió una carta a cada casa con las medidas y diciendo que podía haber sanciones, pero la verdad es que no he visto ni policías vigilando como sí se ve que ocurre en España. La gente está respetando las colas y la distancia en los supermercados aunque aquí no hay tantos guantes ni tampoco mascarillas, y eso que ahora hasta la gente sale más a la calle que antes", reconoce Cristina Urquiza que, en estas tres semanas que llevan allí de aislamiento, "hasta he conocido a los vecinos porque parece como si se hiciera más vida fuera".

Otra de las cuestiones que la hizo quedarse en Up Wood fue la problemática con los vuelos, que no paraban de cancelarse y para los que incluso ahora parece una odisea sacarse el billete: "Quería volverme a principios de mayo, pero los vuelos que veía los iban cancelando, mientras que los que parecía que se mantienen han pasado de costar unos 80 euros, con maletas facturadas, a entre 300 y 500 euros", relata esta granadina que, pese a todo, espera poder regresar a Granada a mediados de mes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios