El Auditorio Manuel de Falla muda la piel

El público no notará nada cuando pueda volver a escuchar a la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) en el Auditorio Manuel de Falla a principios del año 2010. Quizás aprecie un cambio en las butacas o en los servicios, pero no mucho más. Sin embargo, en todo el tiempo que permanece cerrado para su restauración, desde el pasado verano hasta esa fecha, está siendo sometido a una exhaustiva reforma que lo modificará profundamente.

En total, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada ha destinado 3.171.000 euros a una rehabilitación que permitirá mejorar su mantenimiento y su climatización.

Lo que empezó como un problema de humedades se ha transformado en un proyecto de puesta a punto del edificio que comprende cuatro fases y que se inició este verano. La primera de ellas es el arreglo del Paseo de los Mártires, que se ha impermeabilizado para evitar filtraciones en las paredes de ese lateral del auditorio que ideó el arquitecto José María García Paredes a finales de los años setenta. Para esta intervención, que estará lista en 15 o 20 días, la Gerencia de Urbanismo ha destinado 380.000 euros.

La segunda de las fases, la de las reparación de las cubiertas, ascenderá a 400.000 euros. El aspecto que ha supuesto una mayor inversión es el cambio integral en la climatización del edificio: la parte más complicada y que supone 1.529.000 euros. Y por último, el cambio de las 1.200 butacas, que costará casi 900.000 euros.

Las modificaciones de las instalaciones, como señaló ayer la concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, en una visita a las obras, ha implicado levantar todo el graderío porque el nuevo sistema situará los conductos de impulsión del aire debajo de cada sillón, mientras que el retorno se realizará por la cubierta.

Con el anterior sistema, el director del auditorio, José Luis Carmona, explica que había muchas quejas: “Los espectadores de la primera fila se quejaban de que tenían mucho frío y los de la última de que pasaban calor. Ahora el nuevo sistema no sólo evitará estos problemas sino que es más fácil, más rápido y más económico”.

La mejora en las instalaciones comportará un ahorro energético del 50% porque supone también una climatización diferenciada. La ingeniera responsable del proyecto, Teresa Curiel, explica que antes se tenía que activar la climatización de todo el edificio pero ahora se podrá hacer por zonas. “Con la reforma habrá usos segregados. Antes de la obra, por ejemplo, cuando había ensayo de los músicos se tenía que activar la climatización de todo el auditorio (sala principal, vestíbulo, oficinas....) Ahora la zona de la orquesta tendrá una instalación independiente”. Dentro de este capítulo de ventajas, también se contará con una instalación independiente de la zona de oficinas, lo que reducirá drásticamente el consumo energético.

El proyecto de climatización empezó en enero y se terminará dentro de nueve meses aproximadamente, según precisa José Luis Carmona. Ayer mismo se aprobó el nuevo diseño de las butacas. La ingeniera señaló que el nuevo modelo no sólo mejorará la comodidad sino que tiene que ser absolutamente respetuoso con la acústica del auditorio. Por ese motivo, los futuros sillones han sido diseñados por el estudio de la hija del arquitecto responsable el proyecto, Ángela García Paredes. Tanto las butacas como la climatización, que tiene que ser absolutamente silenciosa y respetar la excelente acústica del edificio, “una de las mejores del mundo para escuchar música clásica” según el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero.

Los técnicos de la Gerencia de Urbanismo han contado con el asesoramiento de este estudio para plantear la reforma, que es absolutamente respetuosa con el diseño y los materiales proyectados por José María García Paredes.

Junto al cambio de butacas, los espectadores también podrán apreciar una modificación en los servicios. “Curiosamente el baño de caballeros era mucho más amplio que el de señoras porque antes la proporción de mujeres que asistían a estos actos era menor. Eso se corregirá con esta reforma”, explica José Luis Carmona, quien añade que también se modifica la iluminación escénica, que se contemplará en una partida extra y a la que se puede destinar alrededor de 35.000 euros.

Si todas las empresas que trabajan en el proyecto de restauración cumplen los plazos previstos, el plazo de finalización de obras puede rondar los meses de octubre o noviembre.

El concejal de Cultura precisó que, por seguridad y para evitar precipitaciones, la OCG empezará la próxima temporada en las instalaciones a las que se ha trasladado su programación temporalmente pero, podrá volver a su sede habitual en enero o febrero de 2010. Un momento que los melómanos de Granada esperan ansiosamente.

El autoditorio Manuel de Falla, inaugurado hace cerca de tres décadas, sufrió un aparatoso incendio en 1986. Aunque el edificio no presentaba mayores problemas en sus infraestructuras, sí necesitaba reparaciones en las cubiertas, que presentaban goteras, y en las instalaciones de tipo técnico como la climatización.

El concejal de Cultura dejó claro antes de iniciar las obras que habría que acompasar muy bien las programaciones culturales con la reforma a efectos de que, si tiene que estar ocho meses sin auditorio, la ciudad disponga de los espacios previstos y reservados para que la programación cultural no se vea afectada. De ahí que la OCG siga tocando en el Palacio de Congresos mientras duren las obras.