Granada

Aviones de Lego y aterrizajes verdes en el Federico García Lorca

  • Casi 800 niños de entre 8 y 12 participan en un taller práctico en el aeropuerto

Un ordenador, una caja llena de piezas de LEGO y una hoja de instrucciones. El sueño de un niño hecho realidad. Y encima, en horario escolar. La excursión estrella de esta semana para los colegios granadinos no es ni al Parque de las Ciencias, ni a la Alhambra, ni al Museo de la Memoria, sino al aeropuerto Federico García Lorca de Granada y Jaén. Hasta el próximo 16 de octubre, 778 niños de toda la provincia pasarán por las instalaciones del aeródromo granadino para conocer de cerca la gestión sostenible de la infraestructura y, de paso, aprender -con un avión-robot mediante- cómo son los aterrizajes verdes que Aena está implantando en los aeropuertos de la red.

Los niños, de entre ocho y diez años y procedentes de 17 colegios de la provincia (diez de la capital y siete de los municipios de Atarfe, Chauchina, La Malahá, Láchar, Fuente Vaqueros, Alhama de Granada y Pinos Puente), tienen la oportunidad de pisar -en muchos casos por primera vez-, las pistas del aeropuerto, donde comprueban cuáles son las instalaciones que permiten que el aeropuerto sea sostenible. Los sistemas de separación de aguas pluviales o las herramientas para el deshielo de los aviones son algunas de las aplicaciones que conocen de primera mano. "Queremos que con esta visita conozcan dos realidades. Por un lado, que el aeropuerto es una instalación de transporte y una realidad sostenible. Y, por otro, que existe el programa de aterrizajes verdes, que permite que los aviones cada vez contaminen menos y hagan menos ruido", explica el director gerente de la Fundación Aena, Enrique Moral.

El plato fuerte de la visita no está en las pistas, sino en el interior del edificio terminal, en una sala de prensa habilitada como 'taller aeronáutico'. Allí, Albert y Álvaro, dos de los responsables de la Fundación Aena explican a los pequeños su "misión especial" en el aeropuerto: tienen que construir un avión-robot (formado por piezas de Lego), programarlo con una aplicación informático diseñada específicamente para el proyecto y asegurarse de que la aeronave es capaz de aterrizar como debe, causando el mínimo impacto medioambiental y acústico.

Ayer a las 11:00 fue el turno de los futuros 'ingenieros aeronaúticos' del colegio San Isidro Labrador de La Malahá. En parejas, coordinados por Albert y Álvaro y 'vigilados' por su profesor, los pequeños tuvieron que completar el ensamblaje de sus aviones, y probar los dos tipos de aterrizajes verdes, el escalonado, implantado por Aena en sus aeropuertos, y el planeado, que sólo puede llevarse a cabo en algunos aeródromos y con determinados tipos de aeronaves. La experiencia en el aeropuerto, con todo, no termina con la visita. Enrique Moral explica que lo mejor llega después, una vez que están de vuelta en las aulas. "El programa continúa en el colegio". Allí tienen que llevar a cabo un trabajo de investigación en equipo y proponer fórmulas para mejorar la gestión medioambiental del aeropuerto. "Tienen que proponer sus propias ideas y realizar una redacción", indica el director gerente de la Fundación Aena. Las propuestas de los 778 alumnos granadinos se sumarán a las presentadas por los pequeños de Sevilla y Jerez de la Frontera, que también tendrán la oportunidad de ser ingenieros por un día -la iniciativa se trasladará al aeródromo de San Pablo a mediado s de octubre y a principios de noviembre a Jerez-.

Los proyectos de los distintos equipos se expondrán y serán votadas en el portal www.aeropuertosverdes.es. Y los que más se esfuercen, los que mejor comprendan cuál es el espíritu de la iniciativa y cuáles son las necesidades de infraestructuras como los aeropuertos, serán premiados en un acto de reconocimiento, "el broche final" de un proyecto que, quién sabe, quizá despierte nuevas vocaciones.

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