Ayuno a más de 30 grados
Ramadán en Granada
Los comercios de alimentación árabes aumentan entre un 75 y 80% sus ventas por la compra de los productos típicos de esta fecha. Granadinos y turistas extranjeros se han convertido en sus principales compradores
El ayuno como cuarto pilar del islam, es una práctica recomendada por esta religión y exigida como precepto mayor durante el Ramadán, noveno mes del calendario musulmán. El mes de Ramadán que comenzó el pasado 1 de agosto ha traído consigo un año más una mejora de las ventas en los negocios de alimentación árabe. Durante estos 30 días este tipo de tiendas aumentan sus ventas entre un 75 y 80% por las tres cenas típicas que los musulmanes realizan cuando termina el día. Sin embargo, aunque el aumento siga siendo muy significativo, la crisis también deja su huella durante estos días. 'Las ventas no han subido tanto como otros años, mucha gente no tiene trabajo y esto se nota', afirma Houssin Nechchad dueño de la carnicería del Albaicín Halal. Sin embargo, en el Corán se afirma que no hay que privarse de nada, así los musulmanes no deben escatimar en gastos a la hora de comprar la comida para estas noches de celebración. Por el contrario el objetivo final del ayuno durante estos días está muy alejado de los aspectos económico, según explica Houssin a través de un refrán 'para los ricos que hacen Ramadán durante este mes, sienten que hay un pobre que durante todo el año no tiene para comer'.
Los clientes que se acercan hasta esta carnicería del Albaicín no sólo son musulmanes sino que, según explica Houssin, muchos vecinos de Granada así como turistas extranjeros también prefieren comprar estos productos árabes. Asimismo, estos días es mayor la venta de carne para la típica sopa árabe llamada harira, compuesta por carne, garbanzos, apio, cilantro y fideos finos entre otros condimentos, 'lo importante es que la comida sea muy abundante para alimentar el cuerpo', afirma Houssin. Además, también es típico el consumo de distintos tipos de pan como uno relleno con carne picada o pollo con almedras y canela, pan de pita en el que untar mantequilla o mermelada, la típica repostería árabe denominada chibakia o dátiles. Aún así, las cenas para romper el ayuno varian dependiendo de la familia. Houssin, que nació en Marruecos y vive en Granada desde hace 12 años, explica que toda la carne que hay en su establecimiento procede de animales matados como establece el Corán. Así, en el matadero de Santa Fe cuenta con una máquina especial en la que se introduce el animal, y en la que se eleva su cabeza para después matarlo utilizando un cuchillo.
En esta fecha los musulmanes realizan un ayuno durante las casi 16 horas de sol, al atardecer es cuando la noche se convierte en horas de fiesta y convivencia. En una de las prescripciones del Corán respecto al ayuno se puede leer, 'durante el mes del ayuno os es lícito por la noche uniros con vuestras mujeres: son vestidura para vosotros y vosotros lo sois para ella. Dios sabe que os engañabais a vosotros mismos. Se ha vuelto a vosotros y os ha perdonado. Ahora, pues, yaced con ellas y buscad lo que Dios os ha prescrito. Comed y bebed hasta que, a la alborada, se distinga un hilo blanco de un hilo negro. Luego, observad un ayuno riguroso hasta la caída de la noche'. Así, los musulmanes realizan tres comidas entre el iftar -momento que rompe el ayuno- e imsak -inicio del ayuno-. El ayuno se rompe con la harira y la respostería chibakia. Más tarde las familias realizan la cena normal pero consumiendo una mayor cantidad que el resto del año e incluso mezclando todo tipo de comida como carne, pescado o guisos. Luego, antes de que amanezca, los musulmanes toman el desayuno.
El horario para realizar el ayuno va cambiando cada día, dependiendo de los movimientos de la luna. Said, propietario de la Pastelería Andalusí Nujaila explica que si en el momento que comenzó el Ramadán, el sol se puso a las 21:30, a cada día hay que restarle uno o dos minutos. De este modo, en los días últimos de este mes de agosto, el ayuno comenzará a romperse alrededor de las 20:30. Lo mismo ocurre con el horario de comenzar el día, 'el ayuno comenzó a las 5:38 de la mañana, ahora se inicia a las 5:47', explica Said. Tampoco es una coincidencia que el mes de Ramadán coincida con el mes de agosto, cada año el ayuno comienza 13 días antes que el pasado año. De esta forma según afirma Said cualquier persona que lleve haciendo el Ramadán desde hace unos 30 años habrá hecho el ayuno en todos los meses del año, 'hemos ayunado en calor y también en frío'. Además, coincidiendo con este mes de vacaciones muchos musulmanes deciden vivir estos 30 días en su tierra. 'Allí se vive distinto a aquí, porque allí todo está condicionado por el Ramadán, incluso la hora de abrir los negocios, la noche parece como el día, mucha gente sale a la calle, y el día es como la noche no ves a nadie tomando café o fumando', rememora Said.
Said que nació en Marruecos ha vivido y trabajado en su tienda en Granada durante 15 años. Según Said la mayoría de las compras de repostería árabe las hacen los granadinos y los turistas extrajeros, sobre todo ingleses y franceses que son los que más conocen estas provincias. Los pasteles árabes que más se comercializan son los llamados baklawa, pasteles de hojaldre que además existen en Siria, Turquía o Grecia. Durante el Ramadán la repostería es muy importante pues es cuando los musulmanes consumen más dulces. Hay dos tipos de dulces muy comunes para estos días, propios sobre todo de Marruecos y que se consumen mucho en Granada: chubbakia, que suele acompañar a la sopa, y está hecho a base de harina, anís, sésamo y miel, frito y bañado en miel; y el briwat que también lleva miel, como es característico en los dulces árabes. Said recuerda que el Ramadán aunque tenga una explicación religiosa, algunos científicos también le han encontrado ventajas y aseguran que una vez al año el ayuno no afecta negativamente a la salud humana. 'Es un mes de entrenamiento para aprender a tener paciencia y a sentir a los que no comen o tienen hambre, ser más conscientes con lo que ocurre por ejemplo en Somalia. Es una forma de educar al alma, una forma de hacer que el alma venza al cuerpo', asegura Said.
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