El problema de personal en las bibliotecas municipales de Granada que denunciaron hace unos días los sindicatos ha sido tema a tratar este lunes en las comisiones municipales de Cultura y de Personal. Los grupos de la oposición UP y PP se han interesado por la situación en dichas comisiones, respectivamente, y el Ayuntamiento ha explicado que busca soluciones. 

Según ha dicho el coordinador de Recursos Humanos, Ángel Martín Lagos, el problema de personal no es solo en el área de Cultura sino que afecta a más áreas del Ayuntamiento y ha dicho que "tenemos que conformarnos con lo que tenemos ahora".

Como solución están viendo la forma de reestructurar los efectivos porque "las plazas son las que hay y la contratación temporal o los nombramientos interinos palían poco el problema".

Ya han tenido reunión con el responsable de subalternos del Ayuntamiento para ver una "solución inmediata" con el personal que hay y "en caso contrario habrá que acudir al nombramiento interino", ha dicho.

Fue CSIF quien denunció la semana pasada el estado de “abandono” en el que se encuentran las plantillas de personal bibliotecario y auxiliar de las bibliotecas municipales de la capital, que están funcionando con un tercio menos de plantilla, lo que puede causar el cierre temporal de las instalaciones ya que apenas se cubren las necesidades básicas.

Además, CSIF advertía que la falta de personal se viene supliendo con dotación de efectivos subalternos, una categoría profesional que no está adscrita al servicio de bibliotecas, sino a regencia, y cuya función es la de abrir los edificios municipales y de atender a los usuarios. Una opción a la que se ha referido en su respuesta al PP sobre el asunto el propio Martín Lagos.

Bibliotecas afectadas

La situación no es nueva y se arrastra desde hace años pero ahora se ha agravado con la supresión y jubilación de parte del personal subalterno, asegurando que algunos centros como la biblioteca San Francisco Javier han quedado atendidas por una sola persona en horario de tarde mientras que otras, como la biblioteca de la Chana o la Francisco Ayala, en el Zaidín, se han quedado sin personal para atender las salas de lectura.

CSIF denunció que la cobertura de las plazas vacantes por personal subalterno 'penaliza' a las bibliotecas, ya que continuamente este colectivo formado por 10 trabajadores es requerido para atender necesidades de otros centros como servicios sociales y centros cívicos, dejando con menos efectivos a las bibliotecas. Asimismo, en caso de incidencia por enfermedad, bajas, licencias o vacaciones del personal de bibliotecas, “la plantilla se queda bajo mínimos dándose el caso de abrir con solo dos trabajadores para atender los cerca de 300 préstamos que de media se tramitan en una tarde normal”, indica Conde Pipó.