Granada

El Ayuntamiento activa el plan de 'rescate' de los aljibes del Albaicín

El legado de la dinastía nazarí estuvo basado un día en el pragmatismo a disposición de los habitantes. Los distintos aljibes que se encuentran en el barrio del Albaicín tuvieron un uso doméstico allá por el siglo XI, cuando Alhamar 'El Rojo' asentó las primeras semillas de lo que luego sería un reino próspero en la península. Estas infraestructuras árabes proporcionaban agua potable a todo aquél que se acercase con un cubo y una cuerda. Ya no.

Aunque en la actualidad deberían servir como atractivo turístico para la ciudad, ahora muchos de ellos son reclamo para el arte urbano y el consumo público de alcohol, debido a que muchos se esconden entre las calles de la ciudad. El botellón que se produce en la zona es uno de las principales reclamaciones de los vecinos del barrio del Albaicín.

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital quiere recuperar este patrimonio para todos los granadinos y los visitantes que quieran acercarse a conocerlo.

Para dar solución al problema, desde el Consistorio se ha puesto en marcha un plan de "acción inmediata". Desde el aljibe del Zenete, que data del siglo XVI, el alcalde, Paco Cuenca, expresó que "el Albaicín es un barrio para sentirnos orgullosos todos los granadinos", por lo que el arreglo de dichas infraestructuras tiene que producirse "lo más pronto posible".

Dentro de un plan de trabajo diseñado en colaboración con la Fundación AguaGranada y la Agencia Albaicín, se actuará sobre un total de 22 aljibes. Este año las labores de arreglo se centrarán en 15 de ellos, que se espera queden totalmente reformados para septiembre, dentro de dos meses. La ciudad cuenta con un total de 30 'pozos' árabes, de los que 28 son de titularidad municipal.

El contrato firmado por el Ayuntamiento de Granada conlleva las labores de limpieza y mantenimiento. "El trabajo de recuperación constará de tres partes: limpieza de las pintadas, desbroce y arreglo de la cerrajería", explicó el alcalde. El convenio de reparación firmado con la Fundación Agua Granada tiene una duración de dos años, y un coste de 8.000 euros por ejercicio, lo que suma un total de 16.000 euros en 24 meses.

El alcalde recordó que "este acuerdo llevaba cuatro años en un cajón" y que desde el Ayuntamiento lo consideran "fundamental para el barrio" del Albaicín y para el resto de la ciudad ya que "son auténticas joyas que en los últimos tiempos se han abandonado".

Ante las palabras del portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Francisco Puentedura, el pasado miércoles, en las que reclamaba más transparencia sobre la Fundación Agua Granada, Cuenca espetó que ser claro en los números "es uno de los ejes de trabajo del Ayuntamiento", añadiendo que cuando el contrato vuelva a salir a concurso público "se pondrá a disposición de todos los partidos no solo la gestión del actual equipo de Gobierno, sino la de los últimos cuatro años por si hubiese algo que auditar".

El primer edil se mostró tranquilo ante las declaraciones de Puentedura ya que, en sus palabras, no cree que "haya nada turbio" y que el Ayuntamiento no tiene "nada que ocultar" desde que él está al mando de la institución. Sí señaló que la posible falta de transparencia podría venir "de los últimos ejercicios" de la Fundación, apuntando directamente a la anterior gestión del Partido Popular. El consistorio posee el 55% de la titularidad de la fundación responsable de coordinar los trabajos de puesta apunto de los , y desde IU apuntan que no rinde cuentas desde 2007. Desde la coalición de izquierdas se reclama conocer los presupuestos de Agua Granada, así como del personal con el que cuenta, los sueldos de los mismos y una memoria de actividades.

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