Al monolito de Primo de Rivera le quedan dos telediarios, quizás tres. El concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Granada, Juan García Montero, anunció ayer tras conocer la sentencia del TSJA que exige la supresión del monolito, que el Consistorio retirará el monumento a la mayor brevedad posible aunque todavía es pronto para hablar de fechas. Lo que si tiene claro el edil de Cultura es que su retirada no se llevará a cabo el próximo 14 de abril, día de la República, tal y como pidió ayer la secretaria del PSOE, Teresa Jiménez, pues a ojos de García Montero, "estas peticiones suponen un auténtico insulto a la monarquía española, que está vigente".

Así, y pese a la expectación que produce la retirada del monolito, que data de 1972, se espera que la actuación se realice en breve y sin demasiado escándalo. No obstante, su final no parece ser un trastero, pues el gobierno municipal ya ha manifestado que no tiene intención de dejarlo en el olvido. De hecho, García Montero afirmó que se está estudiando la posibilidad de trasladarlo a algún museo aunque todavía se desconoce cual. Del mismo modo, en la plaza de Bibataubín quedará un espacio libre por lo que habrá que analizar, según el edil "qué se puede instalar".

Aunque la sentencia del TSJA sentó como un jarro de agua fría en las filas del grupo municipal del Partido Popular, durante todo el día, el resto de partidos políticos en Granada celebró con énfasis el fin del monolito de una de las plazas más céntricas de la capital. Una retirada que se venía exigiéndose desde, aproximadamente, el año 2000, cuando comenzaron a surgir distintas asociaciones. Así, durante toda la mañana de ayer, se sucedieron los argumentos y los aplausos por parte, por ejemplo, de la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía, Sandra García, la secretaria del PSOE, Teresa Jiménez, o los portavoces de los grupos municipales de la oposición en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Cuenca (PSOE) Francisco Puentedura (IU) y Mayte Olalla (UPyD). Un debate que también se trasladó a las redes sociales, donde numerosos usuarios mostraron su alegría al conocer la sentencia del TSJA que ordenaba la retirada del monolito a José Antonio Primo de Rivera.

Por su parte, la asociación granadina Verdad Justicia y Reparación mostró su alegría pues "esta vez si estamos ante una resolución judicial propia de un Estado de Derecho y que pone fin a una anomalía democrática". A través de un comunicado, su portavoz, Francisco Vigueras, recordó que "este monolito rinde homenaje a José Antonio Primo de Rivera y a la Falange, un partido con un amplio historial delictivo, que participó activamente en la represión, causando más de 8.000 víctimas, solo en Granada". Del mismo modo, Vigueras denunció que en "el propio Parlamento Europeo, donde denunciamos la existencia de este símbolo fascista, no pueden creer que después de 35 años de democracia, el gobierno municipal mantenga todavía una escultura que representa el mismo saludo que hacían los nazis de Hitler en Alemania y los fascistas de Mussolini en Italia". No obstante, y pese a la alegría inicial, para la asociación Verdad, Justicia y Reparación todavía quedan muchos símbolos franquistas por eliminar.

El rótulo dedicado a José Antonio en la Catedral; el Hospital Licinio de la Fuente, que "lleva el nombre de un ministro falangista; el epitafio Aquí yacen los caídos por Dios y por la Patria, que hace apología del golpismo en el Patio de Santiago del cementerio de Granada o las viviendas de protección oficial que aún tienen el escudo de la Falange", están entre sus principales objetivos a eliminar.

Por último, si el monolito finalmente se traslada a un museo, Vigueras remarcó ayer que esta medida solo será posible si se acompaña con una placa que recuerde la verdad: "Tendrá que llevar grabado a un lado su verdadera historia: La historia de la Falange que durante tantos años estuvo dedicada a la opresión y que cuenta con un historial delictivo manchado de sangre".