BMN, la 'novia' más pretendida
La formación del nuevo Gobierno despejará la hoja de ruta para la entidad, que apunta a la fusión con Bankia pese a la voces contrarias del sector bancario
Recuperadas las plenas funciones, una de las primeras tareas del nuevo titular del Ministerio de Economía será resolver la 'papeleta' de las dos entidades nacionalizadas: Bankia y BMN, el grupo bancario del que forma parte CajaGranada. Ante las prisas de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, que esta misma semana instaron al Ejecutivo a acelerar el proceso de privatización de las dos entidades, el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy tendrá que completar la tarea y definir la hoja de ruta para la recuperación de las ayudas millonarias concedidas a los dos grupos bancarios.
La opción más plausible y la que mejor le suena al Gobierno es la fusión de las dos entidades. Ya ha dado pasos en esa línea: el pasado 28 de septiembre el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que posee el 65% de los dos bancos, anunció que había encargado los estudios para valorar la integración mediante fusión de Bankia y BMN. Eso sí, dejaba claro que la puerta estaba abierta a otras opciones y operaciones, ya que el objetivo es "maximizar su valor", tal y como aseguró el presidente del FROB, Jaime Ponce. Aunque de momento la fusión es solo una posibilidad que está siendo analizada, el propio presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró en su día que la unión de los dos bancos tiene "lógica industrial", aunque matizó que había que demostrar también la "lógica financiera".
En este contexto, y teniendo en cuenta que el informe encargado por el FROB se conocerá previsiblemente en febrero, el resto de las fuerzas del sector financiero se han encargado de decir alto y claro lo que opinan de una fusión que daría lugar a una entidad líder en el mercado minorista, con unos elevados ratios de solvencia y eficiencia.
Ni Bankinter, ni Santander, ni BBVA, ni Popular están a favor de una operación que, a su juicio, rompería las reglas del juego y de la competencia. Los consejeros delegados de las cuatro entidades han apostado, con distintos matices, por una solución "de mercado", que pasa por no "entregar" BMN a Bankia, sino sacarla a subasta y dejar que pujen por ella todos los 'novios' interesados.
La opción de la fusión entre Bankia y BMN, según apuntaron fuentes financieras, es la más beneficiosa para las dos entidades. Entre otras cosas, porque se trata de dos grupos bancarios complementarios tanto en su red de oficinas como en su negocio. De hecho, expertos del sector apuntan que la estrategia de los grandes bancos atiende únicamente al temor de perder mercado, y que poco o nada tiene que ver con su preocupación por la devolución de las ayudas públicas. Además, BMN no es una entidad en resolución, por lo que el FROB no tiene ninguna obligación de liquidarla vendiéndola al mejor postor. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria solo tiene que asegurarse de poner en marcha una operación con la que obtenga el mejor retorno posible, y la subasta de BMN, en principio, no forma parte de su Plan A.
Expertos económicos apuntan también que las declaraciones de los grandes bancos españoles tienen que ponerse en el constexto de una nueva fase de la reestructuración financiera, en la que se avecinan nuevas fusiones y en la que la opción es "comerse" a otras entidades o perder mercado. El problema es que la mayoría de las entidades españolas, con escasas excepciones, no tienen músculo para afrontar la compra de BMN. De hecho, solo el Santander se mostró interesada en pujar por la entidad formada por Caja Murcia, CajaGranada y Sa Nostra.
En principios, las incógnitas comenzarán a despejarse con la formación del nuevo Gobierno y el pronunciamiento del FROB. Los plazos, además, están marcados por la imposibilidad de Bankia de adquirir otras entidades hasta junio de 2017, aunque el FROB ya solicitó el pasado mes de junio a la Comisión Europea que levantara las restricciones. Las otras dos fechas claves son marzo de 2018, fecha límite para la desinversión de BMN, y finales de 2017, el límite fijado en el caso de Bankia, que según los expertos podría ser finalmente ampliado.
Lo que está claro es que los movimientos en el sector financiero no acabarán con la posible fusión de Bankia y BMN y su posterior privatización mediante la salida a Bolsa en una o varias fases. "El proceso de reestructuración que comenzó en 2009 tiene que continuar, porque no se termina de ajustar la oferta y la demanda", indican fuentes del sector financiero, que apuntan que esta nueva fase no se traducirá solo en fusiones, sino también en una mayor reducción de la red territorial y de trabajadores. En cualquier caso, señalan que no será un proceso "trágico", puesto que la mayor parte de la reestructuración ya está hecha. En el caso concreto de la posible fusión entre Bankia y BMN, además, las mismas fuentes apuntan que sería difícil diferenciar el ajuste que realizarían con la fusión del que harían por su cuenta para seguir ganando eficiencia.
El nuevo proceso de concentración financiera no sólo se desarrollará en el mercado local, sino que también puede dar lugar a operaciones transnacionales. El propio subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, aseguró hace unos días durante su conferencia en el Seminario de Bancos Centrales que la necesidad de seguir reduciendo costes fomentará las fusiones y adquisiciones dentro de cada país, pero que es "deseable" que se produzcan fusiones más allá de las fronteras nacionales para formar verdaderos bancos "paneueropeos"-
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