Bagaría, el caricaturista catalán en Granada

Tenía Federico 28 años cuando el Centro Artístico de Granada organizó una de sus múltiples conferencias a las que solían venir ilustres invitados de toda España; ya habían pasado, entre otros conferenciantes, Ortega y Gasset y García Morente. La historia del Centro Artístico debía ser conocida por todos los granadinos porque en ella se encierra buena parte de nuestro pasado cultural.

Corría el año 1926 cuando el alcalde Ortega Molina presentó al conferenciante, el caricaturista catalán Luis Bagaría que venía con su peculiar y desaliñada indumentaria. Tituló su conferencia Los almohadones de Mongolia y ya esto empezó a sonar a cachondeo, conociendo el desahogado sentido del humor del caricaturista. Entre los asistentes al acto, el también caricaturista granadino López Sancho, Manuel de Falla, Ruiz Carnero, Juan José Santa Cruz, Fernando de los Ríos, estaba el socio y entonces joven poeta Federico García Lorca. Fue allí su primer encuentro con la persona a la que diez años después le haría su última entrevista, dos meses antes de ser fusilado (Ver mi artículo García Lorca y el caricaturista Luis Bagaría, en Granada Hoy, 27 de febrero de 2012, pág. 21).

El cruce de opiniones que la prensa local nos dejó da una idea, no solo de la tendencia editorial de cada periódico sino de la subjetividad con la que se mostraban los autores de la noticia. Leemos en un diario católico: "El conferenciante se presentó con unas cuartillas mal escritas, saturadas de herejías y disparates, grosero falto de ideas y de formas". Animaba el periódico a los socios del Centro Artístico a que no aplaudieran a esos conferenciantes invitados por "socios mangoneadores que están sembrando la levadura para corromper el Centro Artístico". Unos días después vino al Teatro Cervantes el director y redactor jefe del Heraldo de Madrid, José Simón Valdivieso, con su conferencia titulada Bagaría y el mito del almohadón, para arremeter todavía más contra las palabras de Bagaría al que después de lanzarle unos cuantos "piropos" acabó diciendo que "los almohadones de Mongolia solo contienen borra" (Era la borra la parte más despreciable de la lana del cordero).

Sin embargo, para la prensa liberal-progresista, la opinión sobre "el genial caricaturista", "el formidable dibujante" era muy diferente. Su "conferencia sobre las almohadas trazó la terrible sátira que encierra el caricaturista y los pensamientos metafísicos que hay en el fondo de Bagaría". Habló de España y los españoles; de la necesidad de aunar fuerzas para engrandecer la vida material y espiritual del país y de la situación de inferioridad en que la sociedad ha colocado a la mujer. A pesar de los muchos aplausos que dice el periódico que recibió el conferenciante, en algunos pasajes de su disertación tuvo que llamarle la atención el delegado gubernativo; sobre todo cuando se metía en temas tocantes a la religión.

Por su parte el director de la Revista literaria Reflejos Miguel La Chica quiso homenajear al conferenciante invitándolo por su cuenta a un vino de honor en los propios locales de la redacción. Luis Bagaría, el bohemio caricaturista republicano, nos dejó una curiosa viñeta en 1917 titulada A la sombra del granado en la que aparece sentado bajo un granado viendo cómo caen las granadas con sus coronas reales, en clara premonición, como así fue, de la caída de la monarquía de Alfonso XIII que dio paso a la Dictadura de Primo de Rivera. En 1936 Bagaría, uno de los principales renovadores de la ilustración gráfica y el mejor pagado, por cierto, se exilió a París y luego a Cuba donde moriría en 1940.

Traemos hoy uno más de los muchos interesantes capítulos que encierra la centenaria historia de nuestro Centro Artístico, que es además Literario y Científico.