Tarde divertida en la Plaza de Toros de Baza, que estructuralmente está en ruinas, con tres toreros que salieron dispuestos a agradar al público.

El encierro de Julio de la Puerta fue noble y los dos primeros toros mostraron con clase, permitiendo realizar una gran faena al torero que se doctoraba, José Antonio Valencia, en el que abrió plaza. Con su segundo, último de la tarde no estuvo tan brillante.

El Fandi estuvo en su línea, caldeó a la afición como ninguno entregándose en sus dos toros. El granadino logró sacar tandas interesantes con la muleta y brillando con los riletes, faenas que le sirvieron para cortar cuatro orejas.

Sebastián Castella, que entró y se fue frío con el primero de su lote, realizó una faena discreta, si bien una buena estocada le sirvió para cortar dos orejas. Con su segundo, quinto de la tarde, estuvo más decido, pero el toro tuvo menos calidad, se le concedió una oreja, con fuerte petición por parte del público para que se le diera la segunda.

Este festejo cerró la feria taurina de Baza, que comenzó el domingo con la corrida de rejones y ayer con la clásica del día 12.