Bebé a bordo para hacer el Camino de Santiago

Recorrer a pie 113 kilómetros del Camino de Santiago es un auténtico planazo para hacer en pareja. Sin embargo, la cosa parece bastante más complicada si en el viaje se 'cuela' un bebé de 9 meses. "Era algo que habíamos hecho hace cuatro años y que queríamos repetir por una promesa", explica César Contreras, padre de Moisés. El pequeño todavía no sabe andar, pero ya ha vivido una auténtica experiencia de peregrino.

"Lo hemos hecho en cinco días empujando el carrito", explica César, que llegó junto a su esposa, Gume, y el pequeño Moisés a Santiago el pasado 5 de septiembre. "Ahora, cuando lo recuerdo, se me pone el vello de punta, pero sin duda lo recomendaría. Todo es arrancar", comenta César.

Lo más complicado fue organizar las mochilas. Era imprescindible cubrir todas las necesidades del bebé. Para ello decicieron llevar todo lo necesario -pañales, biberones, comida, chupetes, gasitas...- en su vehículo. Cada día llevaban en la mochila lo necesario para la jornada de caminata. Una vez llegado al destino, César regresaba al punto del que habían partido esa mañana -bien en autobús o en taxi- y recogía su coche para conducir de nuevo hasta donde estaban su mujer y su niño. "La mitad de la mochila eran las cosas del bebé".

La presencia del pequeño Moisés en el Camino no pasó desapercibida para el resto de peregrinos. "Fue muy gratificante su apoyo", destaca el padre. "Era curioso como día a día se preocupaban por el estado del bebé y la de fotos que nos han pedido hacerse con él, con nosotros y con el carrito".

Pese a la satisfacción con la que la familia recuerda el Camino, César también reconoce que se encontraron con dificultades a la hora de avanzar con el carrito del niño por caminos que no están, precisamente, acondicionados para ello. "No fue fácil", recocone, "pero sí muy gratificante".