La 'grippe' de 1918

La gripe es un problema de salud pública que consume importantes recursos sanitarios

Francisco González García

16 de enero 2018 - 02:33

En estos primeros días del año se están alcanzando los máximos en los casos de afectados por gripe, la gripe común, esa infección vírica que cada invierno genera la epidemia más conocida en el mundo desarrollado. En nuestro país existe un Sistema de Vigilancia de la Gripe en España que desarrolla la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica dependiente del Instituto de Salud Carlos III. Este sistema se encarga de recoger todos los datos en torno a la intensidad, difusión, número de muertes atribuibles a la gripe y un larguísimo etcétera de datos sobre la evolución de esta enfermedad.

La gripe es un importante problema de salud pública pues sus epidemias estacionales de octubre de un año a mayo del año siguiente, con niveles más altos en los meses más fríos del invierno, en general diciembre y enero, generan importantes costes y demandas en los recursos de salud de un país. La medida más eficaz para su control es la vacunación de la población que tiene mayor riesgo de sufrir complicaciones asociadas a la gripe, generalmente niños y jóvenes, individuos de mayor edad y personas con problemas respiratorios previos.

En adultos sanos la gripe discurre con las molestias conocidas pero no es grave, sin embargo en los individuos que tienen problemas respiratorios o con un sistema inmunológico deprimido por la edad o por otras afecciones genera grandes complicaciones y llega a ser mortal. Este nivel de mortalidad puede variar de un año a otro en función de las características del virus de la gripe, un virus que tiene una alta capacidad de mutar y con ellos variar sus propiedades antigénicas. Por ello cada año las vacunas deben ser modificadas y es necesario seguir atentamente sus propiedades para detectar y caracterizar precozmente los virus de la gripe que circulan por el mundo y medir su capacidad de difusión e infección en las poblaciones humanas. La OMS vigila a nivel mundial esos datos con la colaboración de sistemas similares al español. Aún con todos esos sistemas de prevención y vigilancia no son raras las noticias alarmantes sobre la gripe de cada año, los bulos tendenciosos sobre que las vacunas no son válidas y otras tantas estupideces humanas sobre el tema. Pues alégrense que estamos en España y en el año 2018.

Saltemos atrás en el tiempo y sitúense en el año de 1918. Muy probablemente hayan escuchado algo sobre la pandemia de gripe de ese año. La denominada "gripe española". Esta denominación se le dio en toda Europa y posteriormente se difundió a nivel mundial (vean la hoja informativa publicada en Australia), y así ha quedado para la historia, aunque los españoles de la época no tenían ninguna culpa. La culpa en realidad la tuvieron los franceses o los americanos o probablemente los chinos, o depende de lo que queramos aclarar.

La primera aclaración es que la palabra gripe, en castellano, tiene su origen en un vocablo francés, "grippe"; con el significado inicial de catarro o resfriado por la semejanza de sus síntomas con otro tipo de infecciones respiratorias. De hecho en las publicaciones de la época, primeras décadas del siglo XX, se escribía "grippe" (como galicismo) y posteriormente se incorporó al castellano como gripe (algo parecido al anglicismo football, luego fútbol). Así que de primeras, la gripe viene del francés; y realmente la infección vírica parece que entró en nuestro país por la frontera francesa.

En Francia la epidemia estaba devastando a los ejércitos franceses que luchaban en la Primera Guerra Mundial, pero debido a la guerra y a la censura en la prensa no se permitía informar del tema. Por el contrario en España, país neutral en el conflicto, la elevada mortalidad que provocó la gripe ocupó bien pronto todos los periódicos, con especial atención debido a que el propio rey Alfonso XIII parece que la sufrió. En toda Europa se conoció que en España había una terrible epidemia de "grippe". Y así nació la leyenda de la gripe española.

En Estados Unidos, segunda aclaración, también la prensa dio bombo y platillo al tema, y tenían buenas razones para ello, para culpar a los extranjeros hispanos como llegó a publicarse. En realidad la epidemia había llegado a Europa en los barcos que transportaron al ejército americano para combatir en la contienda mundial. Los primeros casos de gripe en 1918 se dieron durante la primavera de 1918 en algún campamento del ejército americano; no hay acuerdo si fue en Kansas, Boston o Texas. Durante el verano el virus sufrió una o varias mutaciones que aumentaron enormemente su capacidad patogénica y comenzó a propagarse desde el puerto francés de Brest, por donde llegaban los soldados americanos. Su capacidad patógena unida a las condiciones de salubridad de la época, el hacinamiento de los soldados, las carencias de alimentos durante la guerra y otras circunstancias llevaron a que la gripe del invierno de 1918-1919 matara a unos 20 millones de personas (es la cifra menor estimada, llegando en algunos estudios a decir que fueron hasta 200 millones si se amplía el periodo hasta 1920). Y podríamos culpar a los chinos porque según el Instituto Pasteur en realidad el virus de 1918 provenía de un virus incubado en China en el año 1917, y ciertamente, tercera aclaración, hoy se considera que las cuatro grandes pandemias de gripe de la historia tienen su origen en este país.

En 1918 no había vacunas, de hecho no se conocía la existencia del virus de la gripe y los sistemas sanitarios existentes, y por supuesto en España, no estaban en situación de enfrentarse a una crisis pandémica de semejante calado. Pero esa es otra historia que les contaremos cuando nuestro invierno este más avanzado.

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