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Los concejales del Grupo Municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Puentedura y Maite Molina, denunciaron ayer, en una visita al barrio del Zaidín, la decisión de los populares de cerrar la biblioteca municipal de la Plaza de las Palomas para trasladar a esta instalación pública el grupo municipal de coros y danzas.
Para los ediles de la organización de izquierdas, esta decisión del equipo de gobierno, que ha anunciado que llevará adelante a partir del mes de septiembre, "es un atentado a la cultura granadina y a la cultura en el barrio del Zaidín, donde se acaba con los libros para cambiarlos por folclore".
Según explicó la concejal Maite Molina, esta decisión "contraviene además la ley andaluza de sistemas bibliotecarios, que establece una ratio de una biblioteca pública por cada 20.000 habitantes; a Granada le faltan el doble de bibliotecas y con este cierre la ratio quedará en sólo una biblioteca por cada 45.000 habitantes".
En el mismo sentido, el portavoz del grupo municipal, Francisco Puentedura, aseguró que la justificación dada por el PP de que la nueva biblioteca de Francisco Ayala asumirá los servicios de la biblioteca que se cierra "no es cierta, porque al Zaidín que es el barrio más populoso de la ciudad, necesita dos bibliotecas y además se traslada de una punta a otra del distrito a los dos mil usuarios mensuales, más de 20.000 al año, con los que cuenta la biblioteca municipal en la Plaza de las Palomas".
Para los concejales de IU es muy preocupante que el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, permita y promueva el cierre de esta biblioteca en una zona del Zaidín económicamente desfavorecida "y donde los niños necesitan esta biblioteca municipal como apoyo para la animación de la cultura y la prevención del absentismo y fracaso escolar".
La edil de izquierdas indicó que es "preocupante" que la Concejalía de Cultura traslade los grupos de animación a la cultura a la biblioteca Francisco Ayala y haya dejado la de la Plaza de las Palomas sin esta actividad porque los niños tienen que cruzar el distrito para poder asistir. Por su parte, Puentedura señaló que con esta decisión "el alcalde, a quien le gusta demasiado vestir santos desvistiendo otros, hace cultura de pan y circo".
Por su parte, el edil de Cultura, Juan García Montero, criticó ayer la postura del grupo de izquierdas que tienen una actitud demagógica. "Estamos muy orgullosos de haber hecho una biblioteca que es de ejemplo. Si una nueva de 1.800 metros cuadrados -y que es de las más modernas de la ciudad- sustituye a unas instalaciones que no llegaran a los 180 y se le da un enfoque negativo, no tiene sentido. Además, tan cultura es una biblioteca como la danza, la música o la pintura", zanjó García Montero.
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