Granada

Blindaje policial contra el idealismo campesino

  • La segunda jornada de la Marcha Obrera estuvo marcada por una fuerte presencia de agentes en puertas de comercios, bancos y edificios públicos

 El mismo día que los helicópteros sobrevolaban Málaga intentando sofocar el trágico incendio, a unos doscientos kilómetros, aquí en Granada otro helicóptero vigilaba de cerca la zona que comprende el Área Metropolitana. El motivo era bien distinto: a las 11:30 horas arrancaba en La Zubia la segunda jornada de la marcha del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), con Diego Cañamero a la cabeza, motivo por el cual las fuerzas de seguridad velaron durante todo el día para que no se produjera ningún incidente. 

Diego Cañamero no dudó en bromear sobre el asunto. "No entiendo por qué van por el cielo si nosotros vamos por la carretera", dijo sarcástico con una sonrisa. La marcha, que arrancó en La Zubia, recorrió el municipio de Ogíjares hasta Armilla y contó con una gran expectación vecinal y policial, pues la Policía Nacional y la Guardia Civil vigilaron de cerca en todo momento el paso de la marcha situados en puntos estratégicos como bancos y comercios.

El ambiente de la manifestación fue ante todo reivindicativo, pero también de fiesta. La organización contó en todo momento con tres brillantes speakers que no pararon de animar a los manifestantes al grito de "hoy mirando, mañana llorando", "Urdangarin, Urdangarin, a trabajar al Burguer King", o "tenemos la solución, los banqueros a prisión". Tampoco faltaron los clásicos "el pueblo unido, jamás será vencido", o "Juan Carlos, Sofía, la olla está vacía", que cantaban al mismo ritmo que ondeaban las banderas de la República, de Che Guevara y de Andalucía Independiente.

Entre los asistentes había personas de todas las provincias, de Málaga, de Sevilla, de Cádiz, de diferentes pueblos de Granada como Castril, Peligros, y de Granada capital entre otros. Las edades eran variadas, pues en la marcha del SAT había desde niños pequeños repartiendo panfletos hasta personas mayores, todos ellos caminando bajo las mismas directrices. "Hay que ir de dos en dos", repetían una y otra vez los organizadores de la marcha a través de sus megáfonos. El motivo, según ellos, era que "así ocupamos más espacio a lo largo de la carretera".

Fernando Lara, un joven profesor que venía desde Málaga, expresó que se había unido a casi todas las marchas del SAT, pues es profesor y también estudiante universitario: "A mí me afectan doblemente los recortes". Asimismo, este joven adelantó que el próximo 15 de septiembre tiene previsto ir a Madrid con los sindicatos CCOO y UGT, "porque el 25 de septiembre se quiere rodear al Congreso como medida de presión". 

Con respecto a la seguridad, que tantos calificaron de excesiva, Lara dijo que en su opinión era desmedida, pues la "marcha del SAT es totalmente pacífica" y no entendía "por qué están montando todo este dispositivo". "Después la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, se queja de que esto tiene un gasto muy elevado, pero nosotros no vamos a hacer ninguna acción distinta la que puedan hacer otros ciudadanos", indicó.

También acudieron numerosos representantes de partidos políticos o de colectivos, como Manuel Vargas que venía desde la localidad de Jódar para apoyar la causa. "Soy concejal de Izquierda Unida. Cuando me enteré de que venían no tuve ninguna duda en acercarme hasta aquí para apoyar sobre todo a los compañeros viendo los recortes que nos está aplicando el Partido Popular y la situación que tenemos ". En Jódar, remarcó, "hay muchas familias que dependen de las campañas de la agricultura", y ahora "están pasando hambre o pueden ser desahuciadas de sus casas, algo que no podemos permitir".

Algunos miembros de Stop Desahucios también se acercaron hasta la marcha. Una de sus integrantes, Ana Guardias, indicó que "este sistema no funciona por lo que hay que ir pensando otra forma de hacer las cosas", ya que "no es justo que haya unos que tengan mucho, y otros que tengan muy poco".

Ana María García, una vecina de Ogíjares que esperaba el paso de la marcha por la puerta de su casa, relató que no se unía a ellos "porque ya estoy más mayor", pero aseguró que estaba muy contenta de que se hiciera esta marcha, "pues tengo un hijo que está en el paro desde hace cuatro años y me parece muy importante lo que esta gente reivindica", declaró. Entre tanto, no eran pocos los que se preguntaban dónde estaba Juan Manuel Sánchez Gordillo, que se ausentó durante todo el día y que se reincorporó a la marcha a las siete de la tarde y fue recibido con auténtica expectación.

La primera parte del recorrido contó con tres momentos especialmente intensos. Una vez llegaron a Armilla, las trabajadoras de los servicios sociales se acercaron hasta los manifestantes para relatarles su grave situación personal. Según explicaron, el Ayuntamiento de Armilla les paga con retrasos de hasta cuatro meses, motivo por el cual se han concentrado en varias ocasiones esta semana para reivindicar los pagos. Rápidamente un grupo de manifestantes no dudó en acompañar a las trabajadoras hasta la puerta del Ayuntamiento de la localidad para protestar con ellas. Un momento repleto de nervios y de viva voz popular ante las puertas de un Ayuntamiento cerrado a cal y canto y protegido por numerosos efectivos.

Otro de los momentos más emocionantes fue la llegada a la biblioteca de Las Palomas, cerrada desde el año pasado. Allí, numerosos vecinos y miembros de la plataforma que exigen su reapertura esperaban ansiosos la llegada de los miembros del SAT, que una vez doblaron la esquina que da acceso a la plaza, provocaron incluso lágrimas entre los asistentes. En la puerta de la biblioteca, una niña inició la ronda de declaraciones dándoles la bienvenida a los manifestantes, que ya a estas horas según las estimaciones de los organizadores sumaban algo más del millar. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios