Por primera vez en nueve años, el barrio de Arabial no ha tenido que sufrir la tremenda resaca de la etílica fiesta de la primavera. Las calles aledañas al botellódromo no huelen a orines ni quedan cascos de botellas por retirar. El único problema que se ha presentado este año es el enorme esfuerzo que están haciendo los operarios de limpieza de Inagra y particulares de casas y negocios para borrar el rastro de colores que ha dejado la carrera 'Holi Run' en pasos de peatones, coches, arcén, aceras, paredes, patios de colegios... No obstante, si finalmente se acaban eliminando todas las huellas de pintura rosácea que hay por la zona, este hecho se acabará considerando un mal menor en la lucha para acabar el botellón. Y es que, tras la prohibición de la fiesta de la primavera por parte del Ayuntamiento que multiplicó los efectivos policiales y valló el recinto este fin de semana, en las redes sociales ha comenzado a brotar la idea de realizar una segunda intentona de macrobotellón el 1 de abril.

Esta convocatoria, que cuenta ya casi medio millar de retuits, coincide con el final de la primera semana lectiva tras la vuelta de las vacaciones de Semana Santa. De esta manera, podría congregar a gran parte del público universitario de fuera de la ciudad, que tras el vallado del botellódromo, decidió adelantar el viaje de vuelta a su lugar de origen. Asimismo, al ser viernes el 1 de abril, estaría permitido hacer botellón en frente del Hipercor, pues el nuevo decreto municipal sólo contempla la restricción de beber alcohol en este espacio los días lectivos, estando permitido hacerlo viernes, sábados y vísperas de festivo. Por tanto, la amenaza de aguantar una nueva fiesta de la primavera multitudinaria se cierne ya sobre los vecinos del entorno de Arabial y Camino de Ronda, que desde hace nueve años sufren las consecuencias negativas del botellódromo.

De la misma manera, esta llamada la acción por Twitter y Facebook supone todo un reto para los poderes municipales que han celebrado este fin de semana el veto a la fiesta de la primavera. Una resolución que se aprobó en la llamada comisión del botellón, que ya programado la muerte del botellódromo para el próximo 1 de septiembre. Por tanto, el PP y Ciudadanos se han dado cinco meses de margen para encontrar una solución a la ingesta masiva de alcohol al aire libre, así como encontrar alternativas juveniles satisfactorias para evitar las concentraciones etílicas de gran calado. La primera batalla, entonces, la tendrán a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa, con toda la comunidad universitaria al completo, el buen tiempo arreciando y muchos jóvenes con la intención de desquitarse de las prohibiciones políticas con un macrobotellón.

En concreto, un perfil llamado 'Fiestas de Granada' ha sido el que ha lanzado la propuesta de emplazar al 1 de abril para un nuevo botellón primaveral, recibiendo más de 200 retuits y comentarios de aceptación de usuarios: "ojalá" o "a la segunda va la vencida". Está por ver si el efecto llamada por redes sociales tiene una correspondencia masiva y dentro de dos viernes hay un llenazo en el botellódromo o si, por el contrario, se trata de un órdago sin mucho efecto. En cualquier caso, el Ayuntamiento tendrá que estar pendiente a los movimientos juveniles de la próxima semana para erradicar de una vez por todas la fiesta de la primavera en Granada.