Sorteo Extraordinario de Navidad 2022

La nueva Bruixa d'Or de la Lotería de Navidad está en Soportújar... El pueblo de las brujas reparte seis millones

  • El segundo Cuarto Premio reparte seis millones de euros vendidos en 300 décimos en una tienda de la localidad conocida por los turistas por su ambiente mágico

La nueva Bruixa d'Or de la Lotería de Navidad está en Soportújar... El pueblo de las brujas reparte seis millones

La nueva Bruixa d'Or de la Lotería de Navidad está en Soportújar... El pueblo de las brujas reparte seis millones / Alba Feixas

La emoción es contagiosa. O al menos eso deben de pensar los pocos vecinos de Soportújar que no llevaban el 25.296, un cuarto premio de la Lotería de Navidad, que ha dejado una lluvia de seis millones de euros en este pequeño pueblo de apenas 300 habitantes de la Alpujarra granadina. El champán ha volado, algún vecino ha acabado con la cabeza metida dentro del caldero de las brujas que corona la plaza del pueblo, y el nerviosismo y la alegría de haber ganado era casi imposible de esconder.

El pueblo de las brujas hace gala de su embrujo y misticismo y alegra la vida de muchos de sus vecinos con este buen pellizco que se llevan. Algunos, más eufóricos que otros, no pueden parar de sonreír. Uno de los vecinos, que prefiere que no se haga público su nombre, confiesa nervioso que lleva 10 décimos del número. "Aposté todo a uno, era el número que más se estaba repartiendo en el pueblo y pensé, ¿y si toca este? Pues que, si me toca, me toque bien, y todo gracias a Vicente que nos lo trajo, y Paco que nos lo vendió".

"Mi hija tiene un bar y les compré en su momento un número para que lo vendieran, pero se les agotó muy rápido, así que fui a la administración de Órgiva y compré 300 décimos más. El problema es que eran de un número diferente y mi hija no quería venderlo, así que se lo ofrecí a Paco por si él quería ponerlo a la venta en su tienda de souvenirs de Soportújar", explica Vicente, mientras señala que él se quedó un número por si acaso y otro se lo mandó a un hermano suyo de Barcelona. 

Sonriente, Paco afirma con la cabeza las palabras de Vicente. No sé lo pensó ni un segundo. Los ha ido vendiendo a lo largo de los meses a muchos de los vecinos, y también a muchos de los turistas que se desplazan cada fin de semana hasta el pueblo para dejarse embrujar por el misticismo que los envuelve. "Tenemos una tienda de souvenirs, Abracadabra, junto a la fuente del dragón, y ahí lo hemos estado ofreciendo. La alegría que tenemos es de saber que ha sido un premio muy repartido y que les ha tocado a muchos vecinos que les hacía falta. Esto ayudará a tapar más de un agujero y pasar las Navidades más relajados".

La euforia es máxima, otro vecino se acerca y puntualiza que al propio Paco le han tocado varios de esos décimos. El champán se descorcha, alguna botella de vino moscatel acaba roto por los suelos. El dulzor se apodera de los vecinos, si primero la fiesta ha comenzado en la Taberna Romero, poco después los vítores se han trasladado hasta la Cantina, donde reunidos en la puerta del bar, viven con intensidad este momento tan dulce y que no pueden más que dejarse llevar por las emociones. "¡Qué no deje de salir cerveza, hoy invito yo!", clama uno de los concentrados. 

"Es la primera vez que doy un premio, de hecho, es que llevo poco tiempo con la tienda, y estoy muy agradecido", apunta Paco, mientras un amigo que también ha sido agraciado le contesta que hasta esta mañana se le conocía como "Paquillo el de la ropa, pero a partir de ahora es Don Paco Rabanne".

El alcalde de Soportújar, Manuel Romero, cuenta que están muy contentos ya que le ha tocado a todo el pueblo, ya sea de forma directa o indirecta, "ha estado a la venta en la tienda casi que, desde verano, así que todos los vecinos y turistas que nos han visitado desde entonces han podido hacerse con un número. Además, sabemos que se ha repartido mucho entre los municipios de Andalucía, porque nos visita mucha gente de la comunidad".

Romero apunta que este premio es "signo claro de que la brujería existe, y que en nuestro pueblo tenemos mucha magia por todos los rincones. Las brujas buenas decidieron quedarse con nosotros y ayudarnos. Me hacía mucha gracia porque cuando los iban comprando, muchos pasaban por el caldero de las brujas para pasar el décimo e invocar a la suerte, y alguno, incluso, me lo ha pasado a mí por la chepa. No podía no llevar ningún número". Entre risas señala que le ha tocado un buen pico, "llevaba varios números, pero no como para dejar de trabajar, me gusta la política y trabajar por mi pueblo, así que, aunque algo más aliviado, seguiremos trabajando para embellecer y atraer todo el turismo posible hasta nuestro paraíso de la Alpujarra".

Sin duda un día que los vecinos de este pueblecito 'encantado' de la Alpujarra no olvidarán en mucho tiempo. 

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