CCOO desmiente que los conductores de la Rober se hayan negado a desplegar las rampas para las personas impedidas

Barreras arquitectónicas

El sindicato asegura haber pedido en reiteradas ocasiones a Rober que adapte todos los autobuses y denuncia que sólo hay una persona en la empresa capacitada para arreglar las rampas

Un minusválido, junto a la flota de autobuses.
Redacción

Granada, 15 de septiembre 2008 - 00:00

En reacción a la información publicada ayer por este periódico, en la que se hacía eco de las numerosas quejas recibidas por el Defensor del Ciudadano respecto a los problemas de acceso de minusválidos al autobús urbano, el sindicato Comisiones Obreras ha manifestado que "desea desmentir que algunos conductores de la empresa Rober, concesionaria del servicio de transporte urbano de la capital, se habían negado a abrir las rampas de los autobuses a personas impedidas".

Tanto el presidente del comité de empresa, Ángel Aliaga (CCOO) como el secretario del sindicato provincial de Transporte de CCOO en Granada, Juan Pérez Abella, han confirmado que "Comisiones Obreras no ha tenido constancia de ninguna situación conflictiva o violenta al respecto o que algún conductor se haya negado a prestar ayuda a minusválidos para subir o bajar del vehículo".

Según ha explicado el secretario de Transporte de CCOO en Granada, Juan Pérez Abella, el convenio colectivo de Transporte no influye en la forma de trabajo de los conductores, que “tienen la obligación de abrir la rampa a las personas impedidas”.

Ángel Aliaga, ha asegurado por su parte que no todos los vehículos de la Rober tienen rampa adaptada para minusválidos, concretamente existe un 10% de la flota de vehículos que no se han renovado y carecen de esta infraestructura. En este sentido, el sindicato ha pedido en numerosas ocasiones que estos autobuses sean retirados y sustituidos por una flota nueva, "una petición que la empresa no ha llevado a cabo", según se ha apunado desde el sindicato.

A esto hay que añadir la problemática de funcionamiento que sufren las mencionadas rampas que, según ha explicado el presidente del comité de empresa, se atascan con facilidad. “Cada vez que las rampas quedan atascadas, los conductores deben bajar del vehículo y ayudar a la persona a subir al autobús, con la consiguiente demora que esto conlleva para el tráfico rodado y los usuarios y usuarias del servicio”, confirmó el presidente del comité de empresa.

En el caso de que este tipo de infraestructura quede averiada, la empresa Rober sólo dispone de una persona experimentada en rampas, por lo que “si este profesional está de vacaciones o de baja laboral no hay nadie que pueda arreglar el problema”, terminó Juan Pérez Abella, para quién “urgen medidas urgentes para evitar este tipo de situaciones”.

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