El COVID19 ha provocado en todo el mundo la cancelación o el retraso a fechas ulteriores (incluso hasta el año 2021) de ferias, eventos y salones profesionales dedicados al vino y/o la gastronomía, al igual que otros con temáticas diferentes. Difícil para muchas empresas para las que la exportación es fundamental para su funcionamiento.

Uno de ellos, la Cumbre Iberoamericana del Vino 1548, cuya celebración estaba prevista para los días 9, 10 y 11 de junio en Extremadura, se ha retrasado hasta los días 7, 8 y 9 del próximo mes de octubre de 2020, en coordinación con la Junta de Extremadura, anfitriona del evento.

La Cumbre Iberoamericana del Vino 1548 lleva en su nombre el año en el que está atestiguada la primera cosecha de vino en el continente americano, aunque no se descartan otras previas, desde la llegada de los españoles, incluso con vides silvestres. Esta fecha se ha escogido como punto de unión entre los países de ambos lados del Atlántico, con el vino como puente; la misma unión que quiere representar a través de su logotipo en forma de arco.

Presentación de la Cumbre en FITUR, el pasado mes de enero (1)

En la presentación de esta cumbre, que tuvo lugar recientemente en FITUR, participaron el director general de Turismo de Extremadura, Francisco Martín; el secretario General de Economía y Comercio de Extremadura, Antón Ruiz; la profesora de la UNED, Yolanda Peña; la asesora técnica de la Cumbre, María Isabel Mijares; y los directivos de Enopassión, Otilia Romero de Condés y Vicente Sánchez-Migallón.

Tal y como expresó Isabel Mijares: “Con esta Cumbre se culmina una idea que el presidente de la Junta de Extremadura apoyó desde el primer momento”, porque, continuaba, una de las razones de la importancia de que Extremadura sea la anfitriona es que “es la cuna de Iberoamérica y porque el contacto con todos esos países continúa en la actualidad”.

Sus objetivos principales serán intercambiar ideas, fomentar la colaboración y fortalecer alianzas entre los países participantes. Como exponía Yolanda Peña: “Queremos incidir en el significado del vino como un elemento de identidad cultural, que ha ido trasladándose de unas a otras civilizaciones gracias al contacto entre pueblos” y continuaba “porque el vino ha constituido siempre un elemento de encuentro entre los diferentes pueblos y culturas, y es una de las ideas que queremos reivindicar desde la Cumbre”.

En este encuentro empresarial en torno al mundo del vino, estaba previsto recibir a los representantes de todos los países que forman el área Iberoamericana, así como a los de California –invitada especial a esta Cumbre–. Una cita donde reunir a 24 países para intercambiar ideas, poner en común los problemas y buscar soluciones conjuntas con acuerdos internacionales en beneficio del sector. De esta forma, se da un margen de tiempo suficiente para que la situación se haya estabilizado, tanto en nuestro país como a nivel internacional, y no existan impedimentos para recibir con total seguridad a los participantes de todos los países invitados.

Aunque para la fecha inicialmente prevista se espera que esta crisis ya haya sido superada en España, no se puede prever cual será la situación del resto de países participantes. Esta decisión no implica cambio alguno en el desarrollo de la Cumbre, que se mantiene tal y como estaba previsto, tratándose únicamente de un cambio de fechas.

La Cumbre Iberoamericana del vino 1548 contaba con la participación de 24 países iberoamericanos, no todos productores de vino, pero sí consumidores, se desarrollará en Extremadura, como anfitriona del evento, con Mérida y Almendralejo como sedes centrales. A estos países se sumará Estados Unidos, representado a través de California, por la relación histórica con los países iberoamericanos y por su tradición vitivinícola.

Están llamados a participar todos los organismos oficiales, empresas y profesionales relacionados con el sector del vino de todo el mundo Iberoamericano: productores, distribuidores, empresas de servicios auxiliares, técnicos, asociaciones, organizaciones empresariales, organismos públicos y/o representaciones comerciales.

Dentro de las actividades programadas tendrá lugar un Foro Empresarial, eje central de la Cumbre, pero también otras actividades paralelas, como muestras gastronómicas, exposiciones, conferencias y otras actividades culturales. Todo ello sin olvidar el papel que puede jugar la CIAV 1548 para fomentar el turismo a través del vino, elemento socioeconómico, cultural y agrícola, que es la base actual de un nuevo modelo de promoción turística -el enoturismo-, que tantos ingresos está produciendo en las regiones vitivinícolas Ibéricas y Latinoamericanas.

Los que estábamos ilusionados con esta Cumbre que, como decíamos, no es solo negocio sino unión entre pueblos, legado histórico y tradición. Tendremos que esperar hasta otoño… Como para muchos otros eventos gastroenológicos.