Los comerciantes de la Calderería cerrarán hoy sus comercios como protesta por la "presión" que la Policía Local ejerce para que no saquen a la calle sus artículos. Según denuncian, ayer les dieron un ultimátum para acabar con esta práctica ya que, en caso contrario, "requisarán" la mercancía, según explican los denunciantes, que como medida de protesta han decidido cerrar hoy sus negocios "para que se vea cómo de desangelada" quedaría esta calle sin su presencia.

Calles como Calderería Nueva y Calderería Vieja y como las proximidades de la Alcaicería, donde hay varios negocios con más mercancía que espacio, tienen por costumbre poner parte de ella por fuera de sus comercios, a modo de escaparate, de manera que ciudadanos y turistas la puedan ver de cerca a su paso por las calles. Camisetas, pañuelos, bisutería y delantales de lunares son algunos de los souvenirs típicos de estas tiendas.

Esto puede considerarse parte del paisaje y hasta del encanto de este tipo de vías, a caballo entre una calle y un mercadillo típico tradicional. Sin embargo, también hay vecinos que manifiestan sus quejas ante lo que consideran una invasión del espacio público, y la Policía Local no puede hacer otra cosa que hacerse eco de estas protestas y aplicar la normativa municipal, que no permite este tipo de prácticas.

Los comerciantes llevan más de una década protestando por este tipo de actuaciones policiales y argumentan que se había llegado a un acuerdo para permitir que sobresaliera la mercancía hasta medio metro, no más, y que por tanto, sólo se debería llamar la atención a los que no cumplen ese límite. Sin embargo, en este tiempo también los vecinos denuncian que se obstaculizaba sistemáticamente los dos laterales de la calle, dejando un estrecho espacio en el centro, lo que origina hasta caídas y, frecuentemente, problemas para el tránsito normal de los peatones en esta histórica calle.