Una ventana a la normalidad, un espacio seguro donde socializar y olvidar por unos días el tormento de la enfermedad. Eso es lo que encontrarán este verano en la Granja Escuela Molino de Lecrín los participantes en los campamentos terapéuticos de verano organizados por Adaner, centrados en jóvenes con trastornos alimentarios. Del 8 al 14 de julio, 31 jóvenes (28 chicas y tres chicos), podrán desarrollar actividades y aprender pautas de autoayuda para aumentar la calidad de vida, frenar los temores y fortalecer las relaciones sociales y personales de los participantes.

Adaner, que cuenta con el apoyo de la Diputación de Granada, organiza sus campamentos de vida desde hace 17 veranos. En esta ocasión, las edades de las participantes se encuentran entre los 14 y 31 años y la de los participantes entre los 14 y 18 años. Se trata de jóvenes procedentes de Andalucía y afectados de anorexia, bulimia, vigorexia y ortorexia principalmente.

Dentro de la programación de convivencia se pretende fomentar el compañerismo y las relaciones sociales, evitar la soledad, mejorar el estado de ánimo, disfrutar de la naturaleza, olvidando la enfermedad en la medida de lo posible.

Para ello, en el campamento se realizarán actividades como talleres de arte, senderismo, juegos, movimientos de expresión corporal, asistencia a congresos, jornadas y conferencias; entre otros. También contarán con grupos de autoayuda, atención personalizada y telefónica.

La edición de este año contará con la participación de jóvenes exafectados y familiares que actuarán como voluntarios y, a la vez, aprenderán a modificar algunos vicios que traen consigo.

El presidente de Adaner Granada, Eduardo Oblaré, agradeció ayer el apoyo de la Diputación y admitió que con los campamentos se realizan "actividades destinadas a paliar, dentro del tratamiento de cada paciente, todos los miedos, conceptos y temores para que se puedan mejorar lo más rápido posible".