El objetivo de los paseos matutinos es desconectar, conversar con las personas que te acompañen, disfrutar de ver a tu mascota en libertad o hacer fotos, pero en la Zona Norte, más concretamente en la Azulejera, el paseo se convierte en un constante sorteo de obstáculos y el horroroso ruido de enjambres de motoristas irrespetuosos con cualquier límite.

La zona estaba destinada a albergar nuevos residenciales o un ambulatorio, pero tras la crisis de 2008 quedó abandonada, convirtiéndose en un lugar de paseo para los vecinos del Parque Nueva Granada y Casería de Montijo. Las obras para un nuevo residencial debían comenzar el año pasado.

Las labores de limpieza se resolvieron antes de final de año, además, se realizaron labores de poda para evitar incendios. De nuevo, los vecinos vuelven a convivir con la basura, puesto que el acceso a vehículos de la zona sigue abierto y ciudadanos de escasa ética y moral se despojan de mobiliario, restos del cultivo de cannabis o casquetes de obra.  

Mobiliario en la Azulejera

Uno de los avances alcanzados por Diálogo y Acción fue asegurar que la Policía patrullara la Azulejera, y así ha sido, pero a la vista queda que no es suficiente, puesto que la mayoría del tiempo la zona queda libre de vigilancia debido al fácil acceso para vehículos. 

Además, los vecinos conviven con los paseos constantes de motocicletas. Tras los días de lluvia es común encontrar congregaciones de motociclistas que tienen por afición ascender las colinas circundantes. Esto causa una molesta contaminación acústica que no queda ahí, pues los motociclistas descienden a las aceras del Parque Nueva Granada y de la Azulejera, invadiéndolas constantemente, asustando a vecinos que pasean con sus familiares y mascotas. Una estampa que se repite casi cada tarde, acompañada de bolsas de basura, cristales rotos y restos de fogatas realizadas en la noche.

Basura esparcida