El Ayuntamiento de Granada quería para la Casa Ágreda un comprador con claros tintes sociales y, finalmente, así será. Los únicos interesados en hacerse con este edificio catalogado del siglo XV y situado en el barrio del Albaicín han sido los miembros de la Federación de Agencias Internacionales para el Desarrollo, una organización sin ánimo de lucro que pretende convertir este espacio en una auténtica sede social. Así lo confirmó ayer la edil de Urbanismo en el Ayuntamiento de Granada, Isabel Nieto, que explicó que el Consistorio desconoce los motivos que han podido despertar el interés de este edificio por parte de esta Federación de Agencias Internacionales para el Desarrollo. En este sentido, la concejal explicó que, dado que esta organización tiene la sede más cercana en París, Granada será la primera ciudad española en contar con espacio para el colectivo. "Sus objetivos encajan en la calificación de este edificio para fines sociales y culturales", enfatizó.

El organismo ha presentado un proyecto inicial de rehabilitación que especifica algunas de las actividades que se desarrollarán en el edificio como una zona de atención para víctimas de violencia de género, un centro de formación lingüística para la inserción de inmigrantes, un espacio para el asesoramiento y la búsqueda activa de empleo o un banco de alimentos y de recogida de ropa. Esta actividad también se revertirá hacia el exterior pues la organización trabaja con países en vías de desarrollo con los que, según detalló Nieto, "participando en proyectos de desarrollo económico y social en materia de salud, educación o cultura". No obstante, todavía quedan algunos pasos para cerrar este acuerdo. Entre otros asuntos, la organización tendrá ahora que presentar la documentación del alta de actividades económicas para poder empezar las obras de cara a desarrollar su actividad social. Una intervención de rehabilitación por un importe superior as los 5,9 millones de euros.

Nieto se mostró satisfecha con el tipo de organización que se ha fijado en la Casa Ágreda y que asumirá la rehabilitación del espacio, una iniciativa que permitirá recuperar el edificio para la ciudad junto con otros enclaves como el Cuarto Real o la Casa de Zafra.