Granada

Cata para mujeres: rompiendo tópicos

  • Protagonistas pujantes. El vino es compartir. Casi no se entiende de otra manera. Y por tanto, el vino no podía ser sino solidario. Vino y mujer siempre es un binomio interesante

El pasado 8 de marzo se celebró en el Centro Cultural de CajaGranada una cata de vino benéfica exclusiva para mujeres.

El pasado 8 de marzo se celebró en el Centro Cultural de CajaGranada una cata de vino benéfica exclusiva para mujeres. / m. lozano

El vino ha sido un distinguido y hasta impúdico testigo en muchos momentos de la historia. Simboliza, para algunas religiones, la comunión de fe o la unión con un dios. Brindar con vino es un rito que ha estado unido a la cultura desde hace miles de años.

Diversos personajes femeninos han contribuido de modo trascendental a esta bebida que hoy conocemos. Si nos remontamos a los albores de la humanidad, encontramos a la diosa egipcia Hathor, la primera divinidad asociada al vino (fue una divinidad cósmica, diosa nutricia, diosa del amor, de la alegría, la danza y las artes musicales en la mitología egipcia); o a las Bacantes, protagonistas de las fiestas y orgías en honor al dios griego Baco; o a las Ninfas de Nisa que cuidaron de él cuando era niño.

Pero en la antigua Roma, a pesar de la democratización del consumo de vino, estaba mal visto e incluso prohibido que lo tomasen las mujeres. En las comedias griegas y romanas las mujeres eran a menudo representadas borrachas y más proclives a entregarse a diversos vicios bajo la influencia del alcohol. El poeta Juvenal escribió en sus Sátiras que 'Cuando está borracha, ¿qué importa a la Diosa del Amor? No puede distinguir sus ingles de su cabeza'. Las mujeres también eran célebres participantes del culto a Baco, que el senado romano prohibió en el 186 a.C. por impropio. Los maridos tenían permiso legal para matar a sus esposas o divorciarse de ellas si las sorprendían cometiendo tal ofensa. De ahí viene que las parejas se besen en la boca (siento decepcionar a los románticos de ambos sexos): era una especie de 'test' que le hacía el marido para oler su aliento. El último divorcio registrado por ello fue concedido en el 194 dC. Después se tuvo más tolerancia, al considerarse el vino más un alimento básico que otra cosa. La incidencia histórica de la mujer en el vino siempre ha aparecido desdibujada. El vino es una cuestión casi exclusiva del ámbito masculino.

Por todo ello, aún hoy en muchas zonas de menor desarrollo socio-cultural, sigue estando 'mal visto' que una mujer beba una copa de vino -no digamos ya varias-: en algunos pueblos aún no entran en las tabernas si no es en compañía de su padre, su marido o su hermano.

Quizás históricamente las primeras referencias enológicas vinculadas al sexo femenino habría que buscarlas en Francia. Allí, brillan con luz propia dos de marcado carácter, que supieron, no sin esfuerzo, buscar su propio hueco en un segmento de mercado monopolizado con total exclusividad por el hombre: Nicole Barbe Ponsardín, a la sazón viuda de Cliquot, y Jeanne Alexandrine Pommery, ambas en la Champagne, donde las leyes de la época (una rareza en la Europa del S. XVIII y XIX) les permitieron desarrollar su increíble visión empresarial.

Hoy las mujeres hemos irrumpido en el mundo del vino, con nuestra visión holística, la que aporta un renovado carácter de ingenio e intuición que transforma y enriquece la industria en los viñedos, en la producción y el consumo. Encontramos los frutos de la mujer como enóloga, en viñedos y bodegas; como sommelier sirviendo de puente entre el comensal y la carta de vinos, y finalmente como protagonista pujante en el mercado del vino: hoy las mujeres compran más vino que nunca y experimentan el placer de consumirlo con mayor conocimiento, variedad y frecuencia.

Y aprovechando este interés cada vez mayor y con motivo del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo se celebró en el Centro Cultural de CajaGranada Fundación,organizada por la Asesoría Enogastronómica 'Con Mucho Gusto' una cata de vino benéfica exclusivamente para mujeres cuyos beneficios iban destinados a la Asociación Red Madre, que ayuda a mujeres embarazadas sin recursos, patrocinada por Bodegas Avelino Vegas, Marqués de Cáceres, Bodegas Murviedro y Bodegas Torres y la colaboración de Caja Granada Fundación y Yellow Hostelería. En la mesa presidencial, cuatro mujeres que dieron su particular visión y versión del vino y de la relación vital de cada una de ellas con esta bebida: comenzó Ana Gómez, de Bodegas Avelino Vegas, nos habló del vino desde el sector productivo; Nuria España, la actual Mejor Sumiller de España FACYRE, desde el punto de vista del sommelier, cómo ser el puente entre la carta de vinos y el comensal; Ángeles Orantes Zurita, consejera delegada de La Cueva 1900 y patrono de la Fundación que nos abría sus puertas, desde el punto de vista del hostelero; y por fin, Mª Luisa Lorenzo Tovar, profesora titular del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la UGR, que hizo interesantes apuntes desde el punto de vista del consumo moderado y saludable y la nutrición.

Casi 150 mujeres del mundo de la cultura, la política, las artes así como mujeres anónimas de nuestra ciudad llenaron la sala de exposiciones temporales del museo. Este evento permitió disfrutar de una experiencia insólita, original y nunca vivida para muchas mujeres, ayudándolas a confiar en sus sentidos y en sus intuiciones y borrando una barrera cultural milenaria. En la planta baja se abrió una 'guardería de maridos' para darle a los hombres también su espacio de degustación.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios