Celestinas para la vida moderna

Diferentes aplicaciones de móvil se convierten en la herramienta más útil para ligar

Dos jóvenes usan sus teléfonos móviles para conocerse mejor.
Dos jóvenes usan sus teléfonos móviles para conocerse mejor.
Pilar Larrondo

MÓVILES 'apps', 02 de agosto 2015 - 01:00

Nuevos tiempos se acercan para el arte de ligar. El clásico "estudias o trabajas" en la barra de un bar hace tiempo que se convirtió en una especie en extinción por culpa de la aparición de modernos métodos para conocer a gente con la que intercambiar algún que otro beso y lo que surja. Internet ha supuesto toda una revolución en muchos aspectos de la vida diaria y, como no podía ser de otra forma, tenía que llegar a los asuntos del corazón. Si en su día se inventaron aplicaciones móviles capaces de exterminar a mosquitos, ¿cómo no iban a crearse apps que facilitasen las artes amatorias?

Acostumbrados a la inmediatez y a dedicarle poco tiempo a toda actividad que se emprende y lleve más de diez minutos ejecutarla -por aquello del necesitar que todo sea ya- jóvenes y mayores han visto el cielo abierto cuando han puesto ante sus ojos varias aplicaciones que les evitan pasar el trance de perseguir a un individuo por medio de un bar para que al final termine dándoles calabazas. Tinder, Grinder, Happn, Wapay Brenda son el maná que la sociedad estaba pidiendo a gritos desde que los teléfonos inteligentes llegaron para salvar el planeta.

Aparentemente, la función de estas aplicaciones es la misma, pero cada una de ellas tiene algo especial que las hace diferenciarse del resto. En primer lugar, Tinder, a la que algunos ya apodan Kinder -por aquello del huevo y la sorpresa que llevaba dentro- es una especie de red social en la que los usuarios cuelgan sus datos, gustos y fotos para que otros los vean y puedan decidir si pasan su particular criba o no. Lo curioso es que se pueden ir marcando los perfiles que el internauta catalogue como aceptables y, en el caso de ser recíproco, la aplicación ejercerá de celestina entre ambos usuarios para que puedan empezar a pelar la pava a través de la red. Además, el propio Tinder irá sugiriendo al usuario candidatos a ser el que ocupe su corazón porque realizará por él la tarea de buscar aspirantes a hombre o mujer de su vida en Facebook.

Para algunos, los bares de ambiente se han quedado anclados en el pasado e ir a echarse unos bailes es más tortuoso que hacerse el harakiri. Pero los creadores de aplicaciones están en todo y han inventado una app exclusiva para el colectivo gay. El mecanismo es similar al de Tinder, pero está enfocado únicamente para hombres a los que les gustan otros hombres. Además, actúa como buscador e indica al usuario el número de grinder-adictos que hay en un ratio de un kilómetro. Este colectivo no es el único que cuenta con su propia aplicación, las lesbianas pueden utilizar Wapao Brenda, aunque no son tan populares como Grinder, que ya cuenta con más de siete millones de descargas.

Aquellos a los que la timidez les impide hacer preguntas absurdas del tipo "¿tienes hora" -ahora que los teléfonos móviles sirven para saber la hora en Granada, Nueva York o la Conchinchina- están de enhorabuena. La aplicación Happn es capaz de poner en contacto a personas justo en el momento en el que se cruzan. Dos completos desconocidos que sienten un flechazo repentino al cruzarse no verán truncada su suerte amorosa por no tener el valor suficiente de pedirle al susodicho una cita cara a cara. Happn se encargará de hacer saltar las alarmas para que las almas gemelas tengan su primer encuentro internáutico.

Los cupidos de esta aplicación, conscientes del tirón de que tienen estas celestinas de pantallas de led, encargaron a la consultora internacional OpinionWay una encuesta para saber más sobre los corazones de los internautas.

Sin ser el comienzo de un chiste, españoles, italianos, franceses e ingleses han sido las cobayas con las que OpinionWay y Happn han estado experimentando. Un total de 4006 conejillos de indias han vertido sus opiniones acerca de las relaciones sentimentales. Como reflejan las canciones, para los encuestados el verano sigue siendo la mejor época para enamorarse, aunque tanto españoles como italianos marcan septiembre como la fecha de caducidad para esa relación. Y, como el estudio lo encargó una aplicación de ligoteo, era de esperar que el uso de esta herramienta fuese uno de los temas a preguntar. Acostumbrados a ganar mundiales y eurocopas, los españoles también tenían que hacerse con la victoria en esta ocasión, siendo los que más la usan de entre todos los encuestados. Y, es normal, teniendo en cuenta que, según el sondeo, la gente no es capaz de acercarse a alguien que ha acelerado su pulso si se encuentra en bañador.

Demasiados problemas e inconvenientes a la hora de enamorarse, mucha prisa como para perder el tiempo yendo poquito a poco y que si todo se expone en un escaparate es más fácil comparar y elegir hacen de estas apps las mejores aliadas para conocer a la media naranja.

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